martes, 4 de enero de 2011

Todo sobre sectas


La difusión de las sectas empezó a finales de los años 60, pero no fue sino hasta el trágico suicidio/asesinato de 913 ciudadanos norteamericanos en Guyana en el año de 1978, cuando la gente empezó a dirigir su atención a la tremenda influencia que los líderes de las sectas pueden tener sobre sus seguidores.1,2 A partir de entonces, infinidad de familias en los Estados Unidos y en otros lugares, han tenido que lidiar con el problema que se suscita cuando un miembro de la familia se involucra en una secta.

La primera oleada de sectas en los Estados Unidos tendió a reclutar jóvenes entre los 18 y 25 años de edad. La mayoría de ellas eran sectas religiosas. En poco tiempo, la variedad de sectas aumentó y el rango de edad en las personas reclutadas se amplió. Las familias buscaron la ayuda de profesionales, clérigos y educadores para poder hacer frente al fenómeno de las sectas.

TIPOS DE SECTAS

Las primeras sectas que florecieron entre finales de los 60's y principios de los 70's tenían una tendencia religiosa. Debido a esto algunas personas erróneamente piensan que todas las sectas son de carácter religioso. Sin embargo, hay sectas políticas, sectas psicológicas, grupos que viven en comunas que se convierten en sectas, sectas de OVNI’s, sectas de mujeres liberales separatistas, sectas de dietas, de salud, filosóficas y sectas satánicas, sólo por mencionar algunas.

INQUIETUD PÚBLICA

La inquietud pública se ha concentrado en las actividades de reclutamiento, en los cambios aparentes de personalidad reportados como resultado de la afiliación a la secta, y en el conocimiento que tiene el público en general sobre informes de abusos de infantes, muertes, crímenes extraños y actos de terrorismo asociados a las sectas.3 Además de esto, los padres están preocupados por los "años perdidos" que los jóvenes han pasado en algunos de estos grupos.

Como cualquier otra organización, cada secta debe ser evaluada por su conducta. Las sectas varían desde grupos relativamente benignos, hasta otros cuyos antecedentes están repletos de asuntos ilegales, incluyendo el asesinato. Como cada grupo es considerado en forma individual, la atención debe concentrarse en su conducta y comportamiento, no en sus creencias.
Las sectas han sido estudiadas desde distintos puntos de vista: teológicos, sociales, psicológicos y legales; sin embargo, una de las visiones globales más acertadas ha sido dada por un Doctor que analizó las sectas desde el punto de vista de la salud pública.

LOS MIEMBROS DE LAS SECTAS

Las peticiones de asesoría a doctores, y a otros, no se limitan a saber qué hacer con los jóvenes y adolescentes que se han unido a sectas. Generalmente, cuando una persona deja una secta pero tiene a sus hijos y a su pareja aún dentro del grupo, ese individuo puede buscar consulta legal, médica y psicológica sobre sus derechos con respecto a sus hijos. Los abuelos también pueden estar preocupados por el bienestar de sus nietos cuando están siendo educados en sectas; y finalmente, hay hijos adultos que a menudo buscan ayuda sobre qué hacer cuando sus padres ancianos fueron enrolados por sectas. Debido a lo amplio y complejo de los temas involucrados cuando se habla de sectas, aquí nos vamos a concentrar en lo que tiene que ver con los jóvenes.

LA PENETRACIÓN DE LAS SECTAS

Se calcula que en los Estados Unidos, en las dos últimas décadas, 20 millones de personas han estado involucradas en una u otra de las 5.000 sectas, o grupos semejantes a sectas, reportados en este país. Estos grupos fluctúan entre los que constan de una docena de miembros o menos, hasta grandes grupos internacionales que afirman tener millones de miembros.

MITOS ACERCA DE QUIEN SE UNE A UNA SECTA

Mucha gente cree erróneamente que los jóvenes que se unen a las sectas son inadaptados, hablando psicológicamente, que son producto de familias dañadas o desunidas, o que buscaban precisamente la secta a la que se unieron. Estos mitos no han sido confirmados por la investigación y parecen estar relacionados con la tendencia común de echarle la culpa a las víctimas. Esta actitud, por lo tanto, da lugar a que mucha gente evada reflexionar con responsabilidad acerca de las sectas –cómo se forman, cómo operan, su impacto en las personas, en las familias y en la sociedad– culpando simplemente a los que se unen a las sectas o a sus familias por ser débiles de carácter o por tener problemas patológicos. Muchos padres creen a la vez, que de alguna manera deben ser culpables de que su hijo se haya unido a la secta; este sentimiento de culpa es a menudo la causa por la cual no buscan ayuda. Sin embargo, las familias que están en esta situación necesitan ayuda de personas u organismos que tengan conocimiento sobre cómo operan las sectas en general; y en lo particular, necesitan información acerca del grupo específico al que se unió el miembro de la familia. Grupos de personas que fueron miembros de sectas, grupos de asesoría a padres, y profesionales generalmente pueden proveer información, material escrito y ayuda.

Las investigaciones indican que aproximadamente dos terceras partes de los adultos jóvenes que se han unido a sectas han salido de familias normales y habían demostrado un comportamiento adecuado a su edad cuando entraron en la secta. De la tercera parte restante, sólo el 6% tenía problemas psicológicos importantes antes de unirse a la secta.

El resto de aquellos con problemas sufrían de depresiones que se podrían diagnosticar relacionadas con alguna pérdida personal (v.g. la muerte de un familiar, frustración por no haber conseguido la admisión a la universidad de su preferencia, o algún romance roto) o estaban batallando con conflictos en su carrera, o con problemas sexuales relacionados con la edad.

OTROS MITOS

Algunos mitos incluyen la idea de que la gente escoge libremente involucrarse en la secta y que son felices y están satisfechos. Los estudios indican que la mayoría de las sectas cuentan con estrategias para influenciar fuertemente y así inducir a la gente a ingresar. Más aún, muchas veces hay una desilusión general relacionada con el reclutamiento. A lo mejor, el nuevo recluta no estaba plenamente informado de qué implicaba hacerse miembro. Los apologistas de las sectas tienden a presentar teorías respecto de "los que buscan", e ignoran los enérgicos esfuerzos de las sectas para reclutar.

Después de unirse a la secta, los nuevos miembros son expuestos a técnicas que se centran en la influencia social y psicológica, diseñadas para cambiar su comportamiento, conducta y actitudes externas para conformarlos a las que benefician las metas del grupo, sin que el bienestar y los planes de vida de los miembros sean tomados en cuenta.6

La mayoría de las sectas aplican lo que los investigadores han denominado "programas coordinados de influencia coercitiva y de control de comportamiento".7 Otros términos como "reforma del pensamiento", "persuasión coercitiva" y "lavado de cerebro", han sido usados para describir la variedad de técnicas sociales y psicológicas que se usan para inducir a cambios substanciales en creencias u opinión. Estos programas organizados para influenciar resultan a menudo efectivos para producir conformidad. Una meta obvia en la mayoría de las sectas es enseñar a sus miembros a evitar la crítica y los sentimientos negativos, para que el público y los posibles miembros vean solamente señales positivas y entusiasmo por el grupo. Diferir de este patrón puede causar ostracismo, presión social para conformarse, y la pérdida de prestigio en el grupo.

Generalmente los que fueron miembros han revelado que sólo buscaban compañía y la oportunidad de hacer algo que los beneficiara a ellos y a la humanidad. Dicen con frecuencia que no estaban buscando particularmente la secta a la que se unieron y que no pretendían unirse a la secta de por vida. Más bien fueron presionados de manera activa y/o con engaños, rápidamente se encontraron inmersos en el grupo, fueron cortando lentamente su pasado y a sus familias y llegaron a depender totalmente del grupo.

MIEMBROS POTENCIALES

Podría considerarse que casi cualquiera es un miembro potencial de una secta en un período vulnerable de su vida. Las investigaciones muestran que no hay un "tipo" propenso a unirse a las sectas, ni tampoco el ser miembro implica una condición psicopatológica previa. Más bien, cualquiera que pasa por un período de vulnerabilidad en su vida (v.g. un período de transición, tiempo de pérdidas, o períodos de soledad) queda abierto a su persuasión e influencia. Aunque el período de vulnerabilidad sea transitorio, si un miembro de una secta aparece y con destreza e insistencia emplea señuelos simples y procedimientos de control durante esos períodos el individuo puede ser influenciado fácilmente. Las depresiones leves a moderadas son la causa más frecuente de vulnerabilidad para los engaños de las sectas.

Cuando un joven está deprimido por algún desengaño reciente, una pérdida, o algún fracaso, el ofrecimiento que hace el miembro de la secta de un grupo que aceptará a la persona incondicionalmente, una manera supuestamente positiva y sencilla de mejorarse a sí mismo, y los medios para ayudar a la humanidad, lo hace más propenso a ser atraído más en este momento que en otro.

AGENTES DE ESTRÉS

Otro tipo de vulnerabilidad se desarrolla cuando un joven se empieza a sentir abrumado por la cantidad de elecciones complejas que tiene que decidir en su adolescencia, al principio de su edad adulta. Además de esas decisiones personales que tienen que tomar, muchos adolescentes están tratando de asirse de valores, creencias y propósitos. Las numerosas elecciones que tiene que tomar un adolescente, lo ambigua que es la vida en esa edad, lo complejo del mundo y la cantidad de conflictos asociados a la vida diaria pueden ser abrumadores. Muchos ex-miembros de sectas informan que ciertas clases que tomaron en preparatoria o al principio de la carrera, contribuyeron en gran medida a su confusión. Generalmente, describen clases, algunos maestros y algunas experiencias que sintieron que les quitaron la estabilidad sobre sus puntos de vista del mundo y, como consecuencia, sintieron necesidad de encontrar con quién afiliarse y medios sencillos que hicieran que la vida funcionara. Literalmente se sentían en un laberinto con demasiadas cosas y estaban asustados por la complejidad de las que parecían interminables decisiones que debían tomar. Sin la intención de hacerlo se encontraron inmersos en un grupo que ofrecía caminos sencillos y "garantizados". En ocasiones, a los jóvenes les fue entregada una invitación o un volante en la calle o en la universidad, o alguien se les acercó en el instituto para que asistieran a una reunión y, en poco tiempo fueron inducidos a unirse a algún tipo de secta.

Otra forma de atraer se da en conferencias sobre los supuestos beneficios de la meditación, fundamentada científicamente, lo cual pronto los llevará a unirse a una secta. Otros jóvenes son abordados directamente y se les invita a asistir a algún evento atractivo para personas de su edad. Una secta muy grande tiene una banda de rock que da la vuelta a todo el país y sirve de atracción en grandes centros comerciales y en lugares de grandes concentraciones; miembros de la secta se acercan personalmente e invitan a los jóvenes a su centro de operaciones en la localidad.

Otros jóvenes son reclutados mientras van camino a casa o aún en el extranjero. Esto es así porque están en un estado de transición en todas sus formas, y esto aumenta la apertura para ser persuadido o influenciado.

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