lunes, 10 de enero de 2011

ROMPIENDO MI DIETA - Estrategias para No "Romper la Dieta"


"Lo que no te mata, te fortalece"

ROMPIENDO MI DIETA

Muy a menudo en el consultorio escucho esta expresión de mis pacientes: “rompí mi dieta”. Ese sentimiento de habernos defraudado a nosotros mismos muchas veces nos lleva a terminar el día comiendo algo más y tirar todo el día a la basura. Sin embargo no es un “pecado” haberse comido una galletita o un dulcecito imprevisto; sino que el error es que después de este pequeño bocado sigamos comiendo otro y otro más con la premisa de que “total…. ya rompí mi dieta”.

En cualquier plan de alimentación para bajar de peso puede suceder que usted come algo que no está indicado, pero esta no debe ser la puerta que la lleva al abandono de su día para perder peso, sino que usted debe frenar aquí y no ignorar que ha comido un alimento que no era el correcto, sino recordarlo para no volver a hacerlo durante el resto del día.

De esta forma, su dieta continuará siendo reducida en calorías y aún comiendo un bocado que no estaba previsto, podrá perder peso de manera saludable.

De igual manera sucede con la actividad física, ya que si usted no asiste un día a la clase de gimnasia y entonces, abandona su ejercicio por toda la semana, reducirá significativamente su gasto calórico. En cambio, si sólo deja pasar ese día y retoma su actividad al día siguiente, el balance calórico será mucho más favorable para adelgazar.



¿NOS IDENTIFICAMOS CON LAS SIGUIENTES FRASES?

Cuando como afuera, me gusta comer mis platos favoritos.
Como cuando estoy estresado, deprimido o aburrido.
Cuando voy a fiestas no puedo resistirme a las tentaciones.
No tengo tiempo para hacer ejercicio
El ejercicio me da hambre
Me cuesta mucho no comer algo cuando estoy viendo TV o voy al cine o a un evento deportivo.
Estaba bajando lentamente de peso, pero ahora no bajo ni un gramo, aunque no cambié la dieta.
Me da rabia si pierdo medio kilo o uno después de esforzarme toda la semana.
No me gustan las frutas ni las verduras.
Tengo problemas para controlar la cantidad que como.
No puedo resistirme a ciertos alimentos, como chocolate, las hamburguesas y las papas fritas.
No tengo tiempo para preparar comida sana.
No me gusta cocinar.
Cuando rompo mi dieta, me resulta difícil volver a ella.
He tratado de bajar de peso antes, pero no funcionó. No tengo demasiada fuerza de voluntad.
Si no tomo pastillas, no bajo de peso.

Nos suenan muy familiares ¿verdad? Pues en realidad lo que debemos ver no son los obstáculos sino la meta final. Plantearnos una alimentación variada y balanceada a la hora de bajar de peso, pero bajo la accesoria de nuestro especialista; nuestras interrogantes deben ser absueltas por él y no por nuestro amigo del gimnasio o nuestra amiga que tiene una dieta mágica que se la dio su tía y bajó de peso con ella.

Muchas veces caemos en los mismos errores y esto imposibilita el seguir adelante con nuestras dietas; Piense que perder peso es algo positivo.

Plantéese expectativas realistas y concéntrese en cambiar conductas y actitudes hacia los alimentos, no en su peso.

Introduzca pequeñas modificaciones, no drásticas. Los cambios muy intensos pueden incomodarlo, y terminará abandonando su dieta.



ALGUNAS ESTRATEGIAS:

Identifique lo que le pasa. A menudo el deseo de comer puede atribuirse a un estado de ánimo y no al hambre real, ahí es donde le echamos la culpa al estrés de nuestra compulsividad.

Si sabe que comerá afuera e incorporará calorías extra, aumente el ejercicio ese día. No hay problema, siempre que no coma mucho o muy a menudo. Sin embargo, si come en restaurantes con frecuencia, es importante que ingiera comida sana.

Coma algo saludable antes de ir a la reunión. Si llega con hambre, es muy probable que se dé un atracón y se olvide de su dieta.

Comer viendo televisión no tiene nada de malo, pero cuando se está distraído a menudo se come inadvertidamente... La consecuencia es que se ingerirá más de lo que uno se había propuesto. Si no puede deshacerse de ese hábito, asegúrese de comer algo de bajas calorías y de limitar la cantidad que ingiere.

Muchos ansían una poción secreta o una píldora mágica que quite instantáneamente el exceso de peso. Esos remedios no existen. Perder un kilo por semana es una meta más que realista. Además, así es más probable que el peso perdido no se recupere.

No centre toda su atención en la balanza. Concéntrese en comer mejor, hacer más ejercicio y mejorar su salud.

No se considere "a dieta". Trate de pensar que busca un estilo de vida más saludable.

Dígase a sí mismo que cada día es una nueva oportunidad para volver a empezar.

Evite la culpa: esto puede generar más deslices y afectarlo.

Concéntrese en cosas que puede hacer. Por ejemplo, cómo será su próxima comida.

Use técnicas de resolución de problemas. Anote los obstáculos que experimentó en sus intentos anteriores de perder peso y elabore estrategias para superarlos

Hay que tener snacks a la mano que nos ayuden en nuestra dieta y antes de meterle mano a esa torta de chocolate experimentemos con algunos otros productos que tienen menos calorías, grasa y azucares y quizás no nos vamos a sentir que rompimos nuestra dieta y podemos seguir adelante:

1. Productos integrales. Son ricos en carbohidratos complejos y fibras que le dan energía inmediata y perdurable, no abusar de ellos, comerlos solo en emergencias y asegurarnos que no contengan tanto azúcar.

Tenga en cuenta las galletitas de salvado con bajo contenido de grasas, tostadas de salvado o inclusive algunas galletas de agua.

2. Frutas y vegetales. Comer frutas y vegetales da una sensación de satisfacción sin agregar grasa y aportando sólo unas pocas calorías. También brindan vitaminas, minerales, fibra y otros elementos fundamentales.

3. Frutas secas. Las frutas secas (almendras, avellanas y maníes, pero no nueces que tienen grasas poliinsaturadas) son una buena fuente de proteínas que ayudan a mantener por más tiempo la sensación de satisfacción. Su grasa es mono saturada, que es sana. Sin embargo, tienen muchas calorías, de manera que no las coma en grandes cantidades.

4. Productos lácteos descremados. El queso, el yogurt y demás productos lácteos son una buena fuente de calcio, proteínas y otros nutrientes. Tenga en cuenta los Light y así limitaremos el consumo de grasa y calorías


Recuerde siempre: Un tropezón no es caída, no conviertas tú a un pequeño “piqueo” en un gigante que destruye tu dieta.

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