miércoles, 19 de octubre de 2011

Lápices delineadores que se mantienen inalterables en el ojo (waterproof)


¿Es tarea imposible que un khol dure más de 4 horas en la línea del agua del ojo sin desaparecer o hacer un borrón? A veces, cuando tenemos malas experiencias, pensamos que sí. Pero la realidad es otra: hay lápices en el mercado que pasan la prueba.

Mi mejor descubrimiento en este aspecto ha sido el lápiz de Make Up Forever (o MUFE, en Sephora), Aqua Eyes. Son unos lápices waterproof que funcionan como delineador de ojos y/o sombras y que no se mueven un ápice. De hecho cuesta hasta retirarlos.

Otras opciones que duran bastante son: el khol en polvo de Guerlain (es incluso más suave en la piel del ojo que el lápiz de MUFE), el khol tradicional indio o egipcio comprado en tiendas especializadas y los lápices de Urban Decay.

El que estoy usando ahora mismo es el que os comento de MUFE y estoy contentísima; además su tono negro tiene mucho pigmento así que deja la línea del ojo muy oscura y fija. Si os decidís a usarlo tendréis que retirarlo con un bastoncillo de algodón impregnado en desmaquillante de ojos.

¿Cuáles son vuestras experiencias al respecto?

Resumen Rebelion en la Granja

Antecedentes:

El verdadero nombre de George Orwell fue Eric Blair y nació en la India en 1903 y murió en 1950. Tuvo una educación privilegiada. Escribió Rebelión en la granja (Animal Farm) en 1946. En este libro no se describe la historia de unos cuantos animales, sino se usan los animales para representar ideas políticas. En literatura esto se llama hacer una alegoría. Para Orwell fue muy importante escribir sobre cuestiones sociales, sobre el poder y la corrupción y la injusticia en la sociedad. Estaba muy desilusionado por las injusticias sociales.



Personajes principales:

El Viejo Major: Es un cerdo sabio que quería que los animales vivieran dignamente. La rebelión de los animales se basa en sus ideas, pero el muere antes de ver el triunfo de los animales

El Granjero Jones: el dueño de la granja Manor

Napoleón: un cerdo ambicioso que quiere ser el líder de los animales

Bola de Nieve: Un cerdo que también quiere el poder

Chillón : un cerdo chismoso que cuenta mentiras y hace propaganda

Boxer: un caballo que trabaja mucho y piensa poco

Clover: otro caballo que trabaja mucho y piensa poco

Mollie: un caballo que huye de la Granja cuando los animales toman el poder

Benjamín: un burro, no cree en la revolución de los animales, pero es muy amigo de Boxer y también es trabajador

Los perros: son malos, son los guardias de Napoleón actúan como policías

Borregos: no piensan, siguen a todos

Moisés el cuervo: un cuervo que cuenta historias

Las palomas: son mensajeras que llevan las ideas de la revolución animal a otras partes



Resumen capítulo por capítulo

Capítulo 1

El granjero Jones llega borracho a su casa.

Los animales hablan en una reunión, y el Viejo Major da un discurso sobre el maltrato que sufren los animales por culpa de los hombres. El hombre utiliza a los animales y después los mata. Los cerdos hacen una votación para saber si todos los animales son amigos y deciden que sí, y que el hombre es el enemigo.



Capítulo 2

El granjero descuida a los animales, no les da de comer, ellos se meten a buscar comida y hay una pelea en la granja. Los animales ganan, pero el Viejo Major muere antes y no puede ver el triunfo de los animales. Los cerdos aprenden a leer y escribir, y cambian el letrero de la granja de Jones por el de Granja de los Animales. En la pared escriben las siete reglas que inventó el Viejo Major, y son sus "7 mandamientos" 1. Todo lo que camine en dos piernas es enemigo. 2 Lo que tenga cuatro patas o plumas es amigo. 3. Los animales no deben usar ropa. 4. Ningún animal debe dormir en una cama. 5. Ningún animal beberá alcohol. 6. Ningún animal matará a otro animal y 7. Todos los animales son iguales.

Capítulo 3

Los animales están contentos, se sienten libres del yugo del granjero. Trabajan más porque son felices y tienen una gran cosecha.

Los cerdos se convierten en los líderes de los animales, y controlan a todos. Los cerdos empiezan a abusar de su poder se quedan con lo mejor, se comen todas las manzanas y la leche con el pretexto de que las necesitan para pensar.

Capítulo 4

El granjero Jones intenta recuperar su granja pero no puede, porque Napoleón está preparado para el ataque. A Bola de Nieve y Boxer les dan medallas por la valentía que mostraron en la batalla.

Capítulo 5

Mollie huye de la Granja de Animales y se va a buscar un amo humano. Napoleón y Bola de Nieve discuten pelean por el poder en la Granja. Bola de Nieve quiere que haya luz eléctrica en la Granja y para lograrlo quiere construir un molino de viento.

En una reunión Bola de Nieve cuenta a los demás animales sobre su plan para tener electricidad, pero Napoleón hace que los perros persigan a Bola de Nieve. Bola de Nieve logra escapar. Napoleón se convierte en un dictador y usa a los perros como sus guardias.

Napoleón quiere construir el molino de viento que inventó Bola de Nieve ( en el libro te enteras que el plan original del molino sí era de Napoleón, y Bola de Nieve le robó la idea) Napoleón no había querido que se hiciera antes el molino porque no quería ceder poder a Bola de Nieve.

Capítulo 6

El molino de viento se cae en una tormenta y Napoleón le echa la culpa a Bola de Nieve del accidente. Mientras tanto, los humanos odian la Granja de los Animales pero les tienen respeto por su trabajo y prosperidad. Los cerdos se empiezan a comportar cada vez más como humanos. Se duermen en camas (lo cual estaba prohibido por uno de los 7 mandamientos del Viejo Major). Napoleón es que el que mas abusa por ser el líder de los animales, y se queda con lo mejor. Loa cerdos manipulan los mandamientos para poder hacer lo que quieran, empiezan a cambiar las reglas en forma tramposa.

Capítulo 7

Las cosas empiezan a ir mal en la granja, el clima es malo y los animales tienen frío y no hay suficiente comida. Napoleón abusa cada vez más de su poder, les prohibe cantar el Himno Animal porque dice que es un himno a la rebeldía y los animales ya no deben rebelarse porque ya vencieron a los humanos que eran sus enemigos. Ya no hay comida suficiente y Napoleón tiene que venderle a los humanos los huevo de gallina para conseguir granos.

A Bola de Nieve lo consideran un traidor.

Napoleón organiza una reunión con los animales y a cuatro de los cerdos los juzgan y deciden que son traidores igual que Bola de Nieve. El castigo es que los perros los maten.

Los perros también atacan a Boxer, pero el caballo es fuerte y resiste el ataque.

Capítulo 8

Napoléon se convierte en dictador absoluto y llama a la segunda batalla La Batalla del Molino.

Capitulo 9

Empiezan a reconstruir el molino, y por el trabajo Boxer se colapsa del agotamiento. Napoleón dice que se van a llevar a Boxer al hospital para curarlo, pero en realidad se lo llevan al matadero.

Los cerdos beben whisky que le piden a los humanos (lo cual también estaba prohibido por loa mandamientos)

Capítulo 10

Los años pasan, y los animales de la Granja cambian , unos llegan y otros se van. Napoleón ya usa un látigo para controlar y ordenar a los animales. Los 7 mandamientos del Viejo Major ya no están en la pared, los borrraron y sólo queda el último, pero cambiado a "Los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros". Los humanos pueden visitar la Granja, y los cerdos beben con los humanos porque se sienten superiores al resto de los animales



Pa´que te luzcas



La historia de los animales de la granja es en realidad una alegoría. Representa un hecho histórico, una revolución, y la corrupción que causa el poder.


La revolución que representa podría ser la Revolución Bolchevique de 1917 (ya sabes, la Revolución Rusa, el primer líder fue Lenin, que quería que todos fueran iguales. Cuando Lenin murió, Stalin y Trotsky lucharon por el poder. Stalin fue un gobernente sanguinario. Por cierto, Trotsky vivió en México en una casa que está en Coyoacán y aquí lo asesinaron.)


El poder cuando no tiene límites corrompe.


Los animales que Orwell utiliza representan conductas humanas: los borregos, son precisamente "borregos", no piensan, sólo siguen, los perros son crueles (aunque esto en realidad es falso, no?, pero en general se dice "perro" de alguien cruel), los caballos muy trabajadores etc.


La idea principal es que a pesar de las ideas revolucionarias y de igualdad, el poder absoluto corrompe y vuelve dictador a quien lo tiene

Resumen Los Arboles mueren de pie

Autor: Alejando Casona, seudónimo del dramaturgo español Alejandro Rodríguez Álvarez; 1903-1965.
Otras obras: La sirena varada, Otra vez el diablo, Nuestra Natacha, Prohibido suicidarse en primavera; La dama del alba, La barca sin pescador, Corona de amor y muerte, etc. (teatro); Flor de leyendas (prosa), y guiones cinematográficos.
Género y corriente: Comedia.
Estructura: Está dividida en tres actos.
Sinopsis: El doctor Ariel ha fundado una institución altruista cuya misión consiste en proporcionar consuelo, ilusión y alegría a las personas desesperadas, carentes de dicha y de fe. A las oficinas de esta extraña organización acude un día el anciano señor Balboa en busca de auxilio. Él y su mujer criaron a un nieto huérfano, a quien consintieron demasiado; sin embargo, siendo apenas un muchacho, es ya un caso perdido: jugador, juerguista, agresivo y ladrón, que incluso roba a sus propios abuelos. Una noche, tras sorprenderlo forzando el cajón del escritorio, el abuelo "aun doliéndole en carne propia", lo echa de la casa. De esto hacía ya veinte años; nunca regresó. El muchacho se había embarcado como polizón en un carguero con destino a Canadá, donde se había vuelto contrabandista, estafador y mafioso, "un canalla profesional". La abuela, que lo adora, no sabe nada de ello. Y para mantenerle la ilusión, el señor Balboa le escribe periódicas cartas ficticias como si fueran del nieto, arrepentido ya, donde le cuenta la vida provechosa y feliz que está llevando. Según esto, tiene título de arquitecto, viajes, éxitos, fortuna; además, se ha casado con una muchacha encantadora.
Así pasa el tiempo hasta que un día la abuela recibe un cablegrama donde el verdadero nieto, en realidad un malhechor perseguido por la policía de varios países, le anuncia su regreso a bordo del Saturnia. Pero el barco naufraga y todos sus pasajeros perecen. La abuela ignora esta última noticia. El señor Balboa, para continuar la farsa y no destruir el sueño de su esposa, quiere entonces que esa institución le proporcione un falso nieto, "el nieto de las cartas hermosas, el de la alegría y de la fe".
Los encargados de realizar esa misión son el propio director de la oficina, quien se hará pasar por el nieto Mauricio, e Isabel, joven que ha estado a punto de suicidarse y ha sido salvada por aquella asociación filantrópica. Ambos formarán la pareja del nieto y su esposa. Llegado el momento de representar la farsa, preparada con extremo cuidado, ésta es tan perfecta que convencen a la abuela. Durante el desarrollo de la ficción, sin embargo, el falso Mauricio e Isabel se enamoran. De todos modos, la fingida visita toca a su fin y ambos se preparan a partir.
Ocurre entonces algo imprevisto. Aparece el verdadero nieto quien, para despistar a la policía, en vez de viajar en el Saturnía, lo hizo en otro barco, y llega exigiendo del abuelo una elevada suma de dinero, o de lo contrario armará un escándalo. Balboa se niega. El Mauricio fingido le ordena marcharse. Todo se realiza a espaldas de la abuela a quien desean ahorrar semejante decepción.
Durante dos días consecutivos, de nada valen negativas, amenazas y súplicas, pues aquel sinvergüenza se empeña en extorsionar al abuelo. Pero la abuela logra sagazmente descubrir toda la verdad y, decidida, se enfrenta a su nieto: "¿pero qué es lo que pretende insinuar? ¿Que ese muchacho alegre y feliz que está viviendo bajo mi techo no es mi nieto? ¿Que el mío, verdadero, la última gota de mi sangre, es este pobre canalla que está delante de mí? ¿Era eso lo que venías a decirme, Mauricio?" Y ante el cinismo del nieto, reprime su dolor y lo echa de la casa.
Luego le tocará fingir a ella frente al simulado nieto Mauricio e Isabel, quienes se han ganado su cariño, manifestándoles que aquel desconocido se ha marchado sin decirle nada. Y confiesa a su esposo su estado de ánimo: "Que no me vean caída. Muerta por dentro, pero de pie. Como un árbol."
El telón cae lentamente mientras la abuela dicta a Isabel, sentada a sus pies, la receta de su licor preferido y su pensamiento se pierde en una nueva ilusión: la esperanza de un hijo de sus nietos adoptivos, verdaderos para ella, pues han tenido la virtud de endulzar y dar sentido a sus últimos años.
Teatro idealista, en el cual se advierten los elementos dramáticos derivados del conflicto y del choque entre fantasía y realidad, donde la acción y los caracteres humanos de los personajes de Los árboles mueren de pie, como los de las restantes obras de Alejandro Casona, quedan subordinados al simbolismo del conjunto, al contenido o mensaje moralizador subyacente en la pieza.
Lo importante es el pensamiento que postula y desarrolla el dramaturgo: el intento de evasión hacia un mundo quimérico, ideal, la posibilidad de realizar todos los sueños, superar la realidad creando y creyendo en un mundo de ilusión que termina siendo verdadero. La técnica escénica empleada para representar y dar unidad a esa idea es excelente.

Resumen Don juan Tenorio

INTRODUCCIÓN

La obra narra las peripecias de don Juan Tenorio, un joven caballero entregado a una vida desenfrenada de apuestas, amoríos y duelos. El comienzo de la trama es de hecho una apuesta entre él y otro joven por ver quién en un año hace más maldad con más fortuna. Esto a su vez desencadena otra apuesto a ser posible más descabellada que consiste en que don Juan consiga seducir a una joven novicia, doña Inés, y a la prometida del otro joven. Don Juan con gran maestría va consiguiendo todo lo que se propone, pero cada vez su alma se va perdiendo más y más. Al final de la obra debe de enfrentarse literalmente a sus fantasmas y solo el amor que por él siente la joven Inés es capaz de salvarle de perecer eternamente en el infierno.

Algo del Autor

· José Zorrilla y Moral nació en Valladolid el 21 de febrero de 1817 y murió en Madrid en 1893. Estudia en Madrid con los jesuitas donde toma afición a escribir versos. Es enviado a Toledo y Valladolid a estudiar leyes en aquellas universidades pero ya no fue posible apartarlo de sus tendencias bohemias y tras pintorescas peripecias le bastó leer unos versos en el entierro de Larra para alcanzar celebridad.· Meses después publica sus primeras composiciones poéticas a las que seguirán sus obras dramáticas y leyendas, en las que palpita su alma cristiana, romántica y caballeresca. · Aunque sus éxitos se suceden sin interrupción, su vida estuvo acosada por necesidades económicas. Recorrió varios países de Europa y América, residiendo dos veces en México, donde fue recibido con grandes honores. Lector y consejero del emperador Maximiliano, al saber de su muerte, ya no quiso regresar a aquel país.· Ingresa en la Real Academia de la Lengua donde es coronado con laureles de oro en Granada. Viejo y glorioso vivió sus últimos años con una pensión asignada por las Cortes.· Según el maestro Azorín, Don Juan Tenorio "es la obra más excelsa del teatro español", que hizo popular al héroe del amor y la aventura.

· Algunas de sus obras son: El zapatero y el rey, Traidor, inconfeso y mártir, La calentura y El puñal del godo.



RESUMEN

PRIMERA PARTE

ACTO PRIMERO: Libertinaje y escándalo

Comienza la acción en Sevilla por el año de 1545, estos cuatro primeros actos transcurren todos en la misma noche, es noche de carnaval y don Juan con antifaz escribe en una mesa en la hostería de Buttarelli, que conversa con Ciutti, que funge como criado de don Juan. Hablan de su señor al que presenta como un caballero español, franco, rico, noble y bravo, del que sin embargo dice desconocer el nombre. Don Juan se dirige a Ciutti y le entrega una carta que le dice debe ser entregada a doña Inés dentro del Horario en que reza y que debe esperar de su dueña, que sabe de sus intenciones, una hora, una llave y una seña.

Habla don Juan con Buttarelli y le pregunta por don Luis Mejía. Buttarelli le dice que no se encuentra en Sevilla hace tiempo. Don Juan le pide alguna noticia de él y entonces Buttarelli recuerda que ese mismo día se cumple el plazo de un año en el que apostaron Luis Mejía y Juan Tenorio que "quién haría en un año, con más fortuna, más daño". Don Juan le pregunta si cree que don Luis acuda a la cita y Buttarelli contesta que ojalá pues pagan bien las apuestas, pero que no cree que ninguno de los dos se acuerde de la apuesta y ya el plazo concluye. Don Juan le dice que de todas formas prepare dos de sus mejores botellas por si acaso aparecen.

Buttarelli cree que Mejía y Tenorio ya están en Sevilla pues aquel hombre parece saberlo bien, de pronto se asoma a la puerta y ve entre gran bullicio al forastero riñendo en la plaza. Piensa que estando los dos en la ciudad ésta anda ya toda revuelta y manda a Miguel que prepare la mesa para el encuentro de los dos hombres.

Aparece don Gonzalo de Ulloa (comendador de Calatrava) y le pregunta a Buttarelli si don Juan tiene hoy aquí una cita. El posadero le pregunta si él es don Luis y contesta que no, pero que le interesa presenciar el encuentro. Buttarelli le ofrece prepararle otra mesa cercana y don Gonzalo le dice que le gustaría verlos pero ocultamente. Buttarelli le dice que no hay ningún aposento contiguo, pero que por ser carnaval tras un antifaz cualquier señor se puede ocultar. Así don Gonzalo le indica que traiga el antifaz.

Mientras lo espera declama sus razones para presenciar el encuentro, pues parece querer guardar la honra de su hija, que dice prefiere ver antes muerta que esposa de don Juan. Buttarelli le trae el antifaz y le indica que la hora del encuentro ya está muy cercana, es a las ocho y quién no se presente a la primera campanada perderá. El posadero se retira preguntándose quién será ese caballero y el hombre se lamenta de estar en ese papel, aunque se dice que todo es por el bien de su hija.

Aparece en la puerta don Diego Tenorio que pregunta si ésta es la hostería del Laurel, si está el hostelero y si allí tiene una cita esa noche don Juan Tenorio. Pasa y se sienta al lado opuesto de don Gonzalo, dándole dinero a Buttarelli para que no haga preguntas. Don Diego se lamenta que un hombre de su linaje deba descender "a tan ruin mansión", pero piensa que no hay humillación a la que un padre no se rebaje por su hijo. Desde el fondo Buttarelli mira sorprendido a los dos hombres.

Llegan el capitán Centellas, Avellaneda y dos caballeros para presenciar la apuesta. Saludan a Buttarelli como viejos conocidos y él les trae botellas, mientras los caballeros discuten por ver quién de los dos apostadores es más mala cabeza y hacen también sus respectivas apuestas. Le preguntan a Buttarelli, que les cuenta la llegada de un hombre extraño con antifaz que escribió unas cartas y le dio dos monedas de oro para que preparara una mesa con su mejor vino. Le dicen si no reconoció a ninguno de los caballeros y él lo niega. Unos apuestan que era don Luis y otros que se trataba de don Juan. Comienzan a dar los cuartos de las ocho, entran varias personas a la hostería y al dar la última campanada don Juan con antifaz llega a la mesa preparada, inmediatamente llega hasta allí don Luis también con antifaz.

Los dos se retan y dudan sobre su identidad. Entonces se quitan los antifaces y sus amigos se acercan a saludarlos y también los curiosos. Pronto pasan a la apuesta de quién en un año podría hacer con más fortuna más maldades. Primero don Juan cuenta sus aventuras en Italia, sus duelos y amoríos e inmediatamente don Luis hace lo mismo relatando lo sucedido en Flandes y París, como perdió tres veces su fortuna y como piensa reponerla pues mañana se casa con doña Ana de Pantoja, rica doncella. Las dos historias de ambos son muy parecidas por lo que se disponen a revisar las listas que los dos llevan con sus muertos en duelo y sus mujeres seducidas. Al hacer la cuenta don Juan aventaja en buen número a don Luis en ambos casos. Entonces don Luis desafiante le dice que sólo le falta en la lista una novicia que esté para profesar. Don Juan altanero le dice que acepta la apuesta y que adjuntará a ella la novia de algún amigo que para casarse esté, así le dice que piensa quitarle a doña Ana. Los dos aceptan la apuesta y hablan a solas un momento con sus criados.

Don Gonzalo interpela entonces a don Juan y le advierte que su padre le había apalabrado una boda para hacerle bien y que verlo allí le avergüenza. Don Juan le dice que se quite el antifaz, así lo hace ante la sorpresa de Tenorio y se marcha diciéndole que se olvide de doña Inés. Pero don Juan le contesta que o se la da o a quitársela ha de ir. Se planta ante él ahora don Diego que lo reprende y reniega de él y le recuerda que hay un Dios justiciero. Preguntándose quién es aquel que le habla de aquella forma le arranca el antifaz y se sorprende al ver a su padre. Don Diego y don Gonzalo salen diciendo que anulan la boda pactada, más don Juan no se amilana y al recibir el perdón de su padre y de Dios en el juicio final, le dice que muy largo se lo fía y que además él no ha pedido perdón.

Al salir de la hostería don Juan y don Luis son apresados por los alguaciles que cada uno de sus criados había hecho llamar delatando al contrario. Pero antes de separarse reafirman que la apuesta sigue en pie. Quedan el capitán Centellas, Avellaneda y otros curiosos apostando cada quién por uno de ellos.



ACTO SEGUNDO: Destreza



Aparece Don Luis Mejía escondido merodeando el exterior de la casa de doña Ana. Aparece Pascual, criado de doña Ana y don Luis lo llama. Éste se muestra sorprendido de verlo allí pues decían que andaban presos. Le dice que su primo, el tesorero real, le prestó dinero para que pudiera salir de prisión y le cuenta todo lo sucedido con don Juan, la apuesta y cómo teme por doña Ana, pues sabe de las habilidades portentosas del caballero Tenorio. Pascual intenta calmarlo diciéndole que don Juan se encuentra en prisión, más don Luis le dice que si él consiguió escapar por qué no ha podido hacer lo mismo su adversario. Después de expresarle estos temores don Luis le dice que la única forma en que se quedará tranquilo es pasando la noche dentro de la casa de doña Ana o que de los contrario toma la calle aunque la justicia lo halle, pues si hay alguien de quien se fíe menos que de don Juan es de las mujeres. Pascual le reprende pero finalmente acepta que pase con él la noche en su cuarto, más le pide silencio absoluto y cuando don Luis se dispone a entrar le dice que debe esperar a que su amo, don Gil de Pantoja se retire a sus aposentos a las diez, así que le pide que a esa espere en una reja y allí llame y que mientras confíe en él.

Sin embargo don Luis no puede esperar allí sin hacer nada, los nervios le corroen y no esperaba sentir tanto amor y desasosiego por doña Ana, así que se decide a llamar a la ventana. Allí le contesta doña Ana y él le cuenta de su miedo a don Juan, ella le dice que no tenga cuidado, que confíe en ella, pues mañana será su esposa. Sin embargo don Luis le pide por su tranquilidad que le conceda un favor.

Mientras conversan en el otro lado de la reja se encuentran don Juan y Ciutti. Éste le pregunta a su criado si ha cumplido bien sus encargos. Ciutti asiente y le entrega la llave del jardín del convento y dice que la beata le espera allí. El criado oye que hay alguien más en la reja y entonces al darse cuenta don Juan que se trata de don Luis hablando con una dama deciden tenderle una emboscada. Doña Ana y don Luis se despiden quedando en que ella le aguardará allí de nuevo a las diez y le entregará la llave de la casa. Oyen alguien que se acerca y se despiden. Es don Juan que intercepta a don Luis y cuando ambos desenvainan sus espadas, Ciutti con los suyos se colocan detrás de Mejía y lo atrapan. Don Juan se alegra de su buena suerte, pues ahora mientras le arrebata la dama el otro estará encerrado en su bodega. Pero de pronto oye llegar otra mujer.

Se trata de Brígida, la beata, que le trae noticias de la novicia doña Inés. Don Juan le pregunta si su paje le ha entregado un bolsillo y un papel, ella contesta que en él debe estar leyendo ahora doña Inés y que la ha preparado con tal maña que seguro caerá rendida ante él. Le dice que está muy hermosa, sólo tiene diecisiete años y que tanto le ha hablado de él que ya arde en su corazón una llama de amor inextinguible. Don Juan parece conmoverse ante el retrato que le pinta Brígida y ésta se sorprende, le dice, pues le creía un libertino. Él alega que "en un objeto tan noble hay que interesarse doble". Brígida le dice que las madres ya deben estar recogidas y que con la llave que le ha dado puede entrar por el claustro y llegar fácilmente a su celda. Sale Brígida y aparece Ciutti.

Le dice su escudero que por ahora está libre de don Luis y que se dispone a llamar a Lucía con una seña que tiene convenida con ella para que don Juan la pueda abordar. Llega Lucía y al verlo le pregunta qué quiere. Él sin preámbulos le dice que quiere ver a Ana de Pantoja. La muchacha primero se escandaliza, pues su ama casa mañana, pero rápidamente don Juan le ofrece una gran cantidad de dinero que de inmediato parece quitarle cualquier prejuicio. Quedan a las diez de la noche para que ella le entregue una llave. Don Juan se ríe exclamando que con oro no hay nada que falle, y se marchan mientras le dice a Ciutti: "a las nueve en el convento; a las diez en esta calle".



ACTO TERCERO: Profanación



En la celda de doña Inés habla con ella la abadesa, que parece comunicarle la decisión de su padre de que permanezca de por vida en el convento. La abadesa alaba su suerte pues como no ha salido nunca de allí y no conoce el mundo exterior tampoco lo puede añorar y por tanto está libre de tentación. Dice que de veras la envidia. Doña Inés suspira y la abadesa piensa que es porque hecha de menos a su aya, le dice que cuando regrese la enviará con ella y la manda a dormir.

Al marchar la abadesa se dice Inés que no sabe qué tiene pues las palabras de la abadesa que tanto otras veces la han convencido hoy parecían vacías. Oye las pisadas de su aya Brígida, que al entrar cierra la puerta, aunque Inés le dice que es orden en el convento de que esté abierta. Brígida le dice que así podrán hablar mejor y le pregunta si ha mirado el libro que le trajo. Inés contesta que no tuvo tiempo pues vino la abadesa. Brígida le anuncia que el libro se lo envía don Juan. Inés emocionada abre el libro y cae una carta de entre sus hojas. Inocente pregunta qué y de quién será aquel papel. De quién va ha ser, sino de don Juan, contesta el aya. La novicia suspira y le cuenta a Brígida como no hace otra cosa que pensar en el caballero Tenorio. Ella le dice que eso parece amor, pero Inés lo niega y dice no atreverse a leer la carta. Animada por su aya, por fin lee la carta de don Juan, que la va atrapando más y más hasta hacerle tragar el anzuelo entero. Cuando acaba Brígida le dice que tal vez como las ánimas don Juan pueda llegar hasta allí, si tiene la llave adecuada. En ese momento se oyen pasos en la escalera y aparece don Juan.

Inés lo mira sorprendida, sin saber si es realidad o espejismo y de la impresión cae desmayada, tomándola en sus brazos don Juan y dejando caer de sus manos la carta que éste le envió. Don Juan dice que así está mejor y que le ahorra tiempo, pues piensa llevársela y su gente abajo ya le espera. Brígida conmocionada piensa que aquel hombre es una fiera. Salen.

Entra la abadesa preguntándose dónde estarán Inés y su dueña, pues no las vió en su celda. Aparece la hermana Tornera y le dice que un caballero anciano quiere hablar con ella, que sus fueros le autorizan a pasar al convento. Al saber la abadesa que se trata de don Gonzalo de Ulloa, comendador de la orden, lo hace pasar. Éste le cuenta todo lo que tiene que ver con don Juan y le pide que traiga a su hija, pues él la quiere cuidar, ya que las gentes dicen que han visto a su aya hablando con el criado de don Juan. La abadesa manda a la Tornera que busque a doña Inés que no se encuentra en su lecho. El padre se sobresalta pues sabe que ya es hora de que esté allí y entonces encuentra la carta de don Juan, que lee lamentándose. Llega la Tornera diciendo que vio un hombre saltando por la tapia de la huerta y don Gonzalo sale corriendo, temiendo por su honor robado.



ACTO CUARTO: El diablo a las puertas del cielo.



En la quinta de don Juan Tenorio, cerca de Sevilla a orillas del Guadalquivir. En un balcón haban Ciutti y Brígida. Ésta se encuentra molida por la cabalgata a caballo. Inés se encuentra y ellos hablan de la osadía de don Juan. Las doce ya dan en la catedral y a esa hora dice Ciutti que debía regresar don Juan. Brígida pregunta por qué no vino con ellos y él le responde que todavía debía arreglar unos asuntos en la ciudad. Ciutti le señala el bergantín que anclado en el río los espera para llevarlos a salvo a Italia cuando regrese don Juan. Doña Inés empieza a despertar y el escudero le dice a Brígida que se encargue de ella.

Despierta Inés sorprendida por hallarse en aquel aposento desconocido. No recuerda nada y más se sorprende al saber que se halla en la quinta de don Juan. Brígida le cuenta una historia de un incendio en el convento y como ella se desmayó y don Juan las salvó a las dos de morir asfixiadas y por ser tales horas intempestivas las llevó a su casa hasta la aurora. Inés le dice que se vayan de allá, pues ella tiene la casa de su padre y no le parece bien estar en la de don Juan, pero la aya le dice que están lejos de Sevilla, al otro lado del Guadalquivir. Inés le pide que huyan, pues tiene envenenado el corazón, tal vez ama a don Juan, pero algo le dice que debe apartarse de él antes de que regrese, pues si lo ve delante de ella tal vez ya no tenga fuerzas para hacerlo. En ese momento oyen ruido de remos en el río, es don Juan que regresa. Brígida le dice que sus hombres la llevarán a su casa, pero que antes deben despedirse de él.

Llega don Juan, Brígida le dice lo del incendio que contó a Inés y él le dice que habló con su padre diciéndole que se encuentra en su casa segura. Sale Brígida y don Juan despliega toda su galantería, prometiéndole con las palabras más bellas a Inés que su amor por ella es sincero y verdadero. Inés embriagada le dice que ella siente lo mismo y él le propone hablar con su padre para que le entregue su amor. En ese momento oyen llegar otra barca, manda don Juan a Inés con Brígida y aparece Ciutti diciéndole que un enmascarado se empeña en entrevistarse con él. Don Juan le dice que le permita entrar.

Don Juan se ciñe al cinto la espada y dos pistolas y manda salir a su escudero. Aparece el enmascarado que se trata por supuesto de don Luis, que viene a vengar la afrenta de don Juan a doña Ana en un duelo, pues así dice que lo que apostaron fueron sus vidas y habiendo perdido él, no le queda otra opción que batirse. A punto están de comenzar el duelo cuando oyen ruidos fuera.

Entra Ciutti anunciando que llega el Comendador con hombres armados y pidiéndole a don Juan que huya por su vida, más don Juan le pide que deje entrar al Comendador, pero sólo a él. Entonces le pide a don Luis que espere detrás de una puerta que hable con el Comendador, pues su hija allí se encuentra y que en cuanto acabe se batirá con él. A regañadientes don Luis acepta.

Entra el Comendador enfurecido dispuesto a recuperar a su hija y darle su merecido a su secuestrador. Don Juan sin embargo postrándose a sus pies le pide que le perdone, pues declara que su amor por doña Inés es verdadero y que su candidez ha logrado lo que no han conseguido encierros ni sermones de curas, volverle de un demonio en un ángel. Dice que hará cuanto el Comendador señale, pagará su penitencia si al final él le permite casarse con su hija honradamente. Pero el Comendador se niega a hacerle caso y declara que nunca será su esposa, que es un cobarde y que sospecha que esta es la última de las tretas de don Juan para salirse con la suya, pero que no lo logrará. Don Juan le dice que le quiso satisfacer, pero que ahora con armas habrá de probarle su honor y valentía.

Sale don Lis Mejía de su escondite reclamando también su venganza y así quedan los dos afrentados cara a cara con don Juan, se produce una reyerta y el Tenorio mata a sus dos adversarios. Sale Ciutti diciéndole a su amo que se arroje por el balcón para salvarse y así lo hace, oyéndoselo caer al río y ser recogido por el barco que se aleja rápidamente.

Al momento entran soldados y alguaciles en la habitación, seguidos de doña Inés y Brígida. Encuentran a los dos cadáveres. Doña Inés reconoce el cadáver de su padre. Los soldados ven alejarse el barco y claman justicia por doña Inés. "Pero no contra don Juan", exclama la enamorada.



SEGUNDA PARTE



ACTO PRIMERO: La sombra de doña Inés.



Panteón de la familia Tenorio. Estos tres actos restantes suceden en una noche, cinco años después de lo narrado anteriormente. En el hermoso jardín del cementerio se pueden observar en primer término los sepulcros de don Gonzalo de Ulloa, de doña Inés y de don Luis Mejía. Detrás de estos se observa el sepulcro de don Diego Tenorio.

El escultor admirando su obra ya terminada, se dispone a marcharse cuando llega don Juan embozado. Le pide al escultor que le explique, pues hace tiempo que falta de España y encuentra este recinto muy distinto. El escultor le dice que por supuesto pues antes aquello era un palacio que se convirtió en panteón por deseo de su propietario. Le dice que es una famosa historia a la cual él debe su fama y don Juan le pide que se la relate. El escultor le narra como habitó allí un caballero, don Diego tenorio, que tuvo al peor de los hijos, así que dejó su hacienda al que la convirtiera en panteón, con la condición de que se enterrara en él a aquellos que habían perecido por la maldad de su hijo. Le cuenta que él es el escultor que hizo todas las estatuas y le pregunta si conoció a los difuntos y al tal don Juan. Éste asiente y va reconociendo las estatuas allí presentes y tras defender el honor de tal caballero don Juan, de pronto divisa la estatua de doña Inés. Pregunta si ella también murió y el escultor le contesta que al parecer murió de sentimiento al volver al convento abandonada por don Juan. Éste le pide al escultor que le deje solo y le entregue las llaves del campo santo, más cuando le dice que es imposible descubre su identidad y amenazándolo le hace entregar las llaves.

Queda sólo don Juan en el panteón, observando que a los que la vida quitó dio una buena sepultura. Parece meditar sus acciones pasadas y así se dirige a la estatua de doña Inés diciéndole que desde que tuvo que huir no pensó en otra cosa que en ella y ahora que por fin consigue regresar, lo hace para encontrar su sepultura. Se apoya en el sepulcro y esconde su rostro entre sus manos como si llorara. De pronto un vapor envuelve la estatua de doña Inés y ésta desaparece. Don Juan sale de su estupor, cree sentir un ser sobrenatural y ve que la estatua ha desaparecido.

Aparece la sombra de doña Inés hablándole a don Juan. Éste cree enloquecer y escucha sus palabras. Ella le dice que ofreció su alma a Dios en precio de la alma impura de don Juan y éste le dijo que si tanto lo quería allí en su sepultura esperase a don Juan, y que su salvación dependerá de que él se arrepienta, más si no lo hace junto a su alma la de doña Inés perecerá. Así le dice que esa noche obre con conciencia pues es la fecha en donde se decidirá su destino y diciendo esto desaparece la sombra de Inés. Todo queda como antes menos la estatua que no vuelve a aparecer.

Don Juan queda atónito y piensa que todos son imaginaciones de su conciencia y reta a los difuntos a que salgan, para que él de nuevo los regrese a sus sepulturas.

Aparecen el capitán Centellas y Avellaneda llamando a don Juan Tenorio. Éste al verlos los trata de espectros, más ellos se identifican como amigos y lo saludan. Le preguntan qué hace allí y él les contesta que habla con sus difuntos. Ellos se mofan y le preguntan si tiene miedo de ellos y él altivo lo niega. Le piden que esa noche les cuente la historia de su regreso a Sevilla. Los invita a cenar esa noche a su hacienda para contarles la historia, pero antes de marcharse para demostrar que no tiene miedo a los espectros convida a la cena al Comendador dirigiéndose a su sepulcro. Centellas le dice que eso no es valor sino locura, más don Juan reafirma su invitación.



ACTO SEGUNDO: La estatua de don Gonzalo.



En el aposento de don Juan cenan sentados a la mesa con él, Centellas y Avellaneda. En la mesa se ve un cubierto más y una silla desocupada.

Don Juan relata como recibió el favor del emperador que le permitió regresar a Sevilla y como compró inmediatamente una casa amueblada que se vendió barato como pago a acreedores. Sirven vino y don Juan le dice a Ciutti que sirva al Comendador. Sus amigos se ríen de él, más les indica que aunque un amigo no haya podido venir no va a dejar de servirle como debe. Ríen y mientras brindan se oye un aldabonazo en la puerta de la calle. Manda don Juan a Ciutti que abra, pero él regresa diciendo que no se ve a nadie afuera. Vuelven a llamar y don Juan le dice a Ciutti que le dé un pistoletazo al bromista. Suenan más aldabonazos, pero esta vez en la escalera. Don Juan les dice a sus amigos que se trata de una broma por ellos tramada, pero los señores lo niegan. Mientras los aldabonazos suenan cada vez más cerca. Don Juan cierra los cerrojos de la puerta de la sala y les pide que vuelvan a cenar. Llaman ya a esa puerta y entonces Tenorio reta a los que llaman, pues si se trata de muertos por la puerta cerrada deben poder pasar. En ese momento la estatua de don Gonzalo pasa por la puerta sin abrirla y sin hacer ruido.

Centellas y Avellaneda caen desfallecidos al ver aquel portento. Don Juan exclama: "Es realidad o deliro". La estatua del Comendador le dice que por qué se asombra de encontrar allí al que él mismo convidó. Don Juan reconoce la voz del Comendador y le dice que como no sea un espectro no saldrá vivo de allí. La estatua le avisa que Dios le concedió el derecho a asistir a aquella cita para avisar a don Juan que hay una eternidad después de la vida y que él ha de morir mañana, por lo que Dios todavía le concede ese plazo para que ordene su conciencia. Entonces lo convida a que mañana se encuentre con él pagándole así la visita. Don Juan acepta la invitación pero dice que antes quiere cerciorarse de que se trata de un espectro. Toma su pistola pero antes de que pueda disparar éste desaparece atravesando la pared.

Don Juan duda de su visión y cree que sea causa de los licores ingeridos. Llama entonces a doña Inés que antes le dijo que a su lado aparecería si la necesitaba y entonces traspasando la pared aparece la sombra de la difunta. Ella le insta a que mañana acuda a la cita y con cordura acepte la muerte y ese día sus cuerpos dormirán en la misma sepultura. Desaparece la sombra.

Queda don Juan sorprendido y nervioso y piensa que esta fue treta de sus amigos que fingieron estar dormidos y tal broma le jugaron. Los despierta preguntándoles si es esto cierto mas lo9s dos dicen no saber nada y creen sin embargo que es don Juan el que los ha dormido con un veneno para luego poderles contar la historia de los difuntos. Se ensartan en tal discusión que acaban retándose a duelo.



ACTO TERCERO: Misericordia de Dios y apoteosis del amor.



En el panteón de la familia Tenorio aparece don Juan, embozado y distraído, lamentándose por la muerte de sus dos amigos, que dice buscaron su propia ruina. Ve que falta la estatua de don Gonzalo y llama al Comendador. El sepulcro se cambia en una parodia de mesa de convidado, con culebras, fuego y cenizas. Todos los otros sepulcros se abren y aparecen las osamentas de las víctimas de don Juan y la estatua de don Gonzalo. La única tumba que permanece es la de Inés.

La estatua le dice que ya su tiempo expira pues el capitán lo mató fuera de su casa. Don Juan exclama que ya no hay perdón para él y la estatua le pide que le dé la mano en señal de despedida. En ese momento exclama que como desaprovecha su último momento de redención de su mano ha de ir al infierno. Don Juan se intenta zafar de la mano de piedra mas todos los muertos se ciernen ya sobre él. Don Juan se inca de rodillas pidiendo perdón al cielo con una mano levantada. En ese momento aparece doña Inés tomando la mano de don Juan y dice que al entregar su alma salvó a la de su amado. Manda a los muertos regresar a sus sepulcros y exclama que el amor salvó a don Juan. Cae doña Inés sobre un lecho de flores y a su lado cae don Juan, de sus bocas salen sus almas como dos llamas brillantes que se pierden en el cielo al compás de la música.



PERSONAJES

Don Juan Tenorio: Es el protagonista de la obra que lleva su nombre. Caballero rico, noble, bravo, español y pendenciero. Persiguiendo siempre amoríos, aventuras y peleas es la causa constante de males entre sus semejantes. Al final solo será redimido por el amor de su dama doña Inés.

Don Luis Mejía: Caballero adversario de don Juan. Una apuesta entre los dos es la causa de toda la trama de la obra.

Don Gonzalo de Ulloa: Padre de doña Inés. Aunque primero concierta la boda de su hija con don Juan, al enterarse de que es un canalla lucha porque ésta no se lleve a cabo y salvar el honor de su hija.

Don Diego Tenorio: Padre de don Juan al que trata de alejar de su vida de calavera, sin conseguirlo por supuesto.

Doña Inés de Ulloa: Joven novicia que va a ser casada con don Juan. Al final la boda es cancelada, pero ella forma parte de la apuesta entre los dos jóvenes caballeros. Su amor salva a don Juan del infierno.

Doña Ana de Pantoja: Prometida de don Luis, es la otra parte de la apuesta entre los rivales.

Resumen 100 años de soledad

Personajes:

José Arcadio Buen día: personaje principal. Es un hombre soñador
e ingenuo. El fundador de Macondo. Un hombre con gran curiosidad
por la ciencia y generoso .

Úrsula: personaje principal. Úrsula es el personaje que tipifica la
realidad de las madres en América Latina. Defensora de su familia y
proveedora de lo necesario. Úrsula es supersticiosa y muy generosa.

José Arcadio: personaje secundario. Lleno de vida y deseoso de
conocer el mundo. Bondadoso y un poco bruto.

El Coronel Aureliano: personaje principal. Aureliano es callado y retraído en su juventud y, más tarde, aguerrido y violento. Imposibilitado para el amor y expresar sus sentimientos.

Amaranta: personaje secundario. Amaranta creció alejada del cariño de su madre y de la atención de José arcadio Buendía. Vivió su vida amargada por el amor no correspondido de Pietro Crespi. Vivió atormentada por la pasión que sentía por su sobrino y el no poder confiar en nadie.

Aureliano Segundo: personaje principal. Cuando era niño se parecía a los aurelianos de la familia: callado, ensimismado e interesado en la platería. Cuando descubre el amor también descubre las fiestas, el derroche. Hombre de buen corazón y muy generoso.

José Arcadio Segundo: personaje secundario. En su niñez tiene el carácter de los José Arcadios: dicharachero, interesado en los inventos y en las empresas más extrañas e imposibles. Cuando es un hombre, comparte con el coronel Aureliano su interés por la guerra y las causas sociales.

Fernanda: personaje principal. Mujer dura y conservadora. Vive siempre preocupada por las apariencias.

Pilar Ternera: personaje principal. Amante y la mejor consejera de los Buendía. Pilar es una pieza fundadora de las generaciones de los Buendía. Provedora de consuelo y muy generosa.

Petra Cotes: personaje principal. Petra siempre fue la fiel amante de Aureliano Segundo. De buen corazón y llena de pasión y energía.

Aureliano: personaje principal. Aureliano comparte los gustos por la platería como todos los aurelianos. Ensimismado e inocente.

Amaranta Úrsula: personaje principal. Una mujer feliz y llena de vida. Amaranta Úrsula es la que logra cambiar el destino de los Buendía. Vive y muere feliz sin ningún asomo de amargura o soledad.



Argumento:

Esta es la historia de los Buendía, la estirpe que estuvo condenada a vivir cien años de soledad. Los Buendía pudieron descansar en paz cuando nació la primera criatura procreada en el amor verdadero.

José Arcadio Buendía y su esposa, Úrsula, son los procreadores de José Arcadio Buendía, el hijo mayor, y Aureliano Buendía, que más tarde sería coronel y Amaranta, la menor; de estos tres nacerán cuatro generaciones que, de manera cíclica como la historia, se irán relacionando y procreando entre ellos mismos, salvo algunas excepciones. Ésta familia acompañada por otros esposos, mujeres y niños, cruzan la sierra y en un lugar desierto encallado en el caribe fundan el pueblo de Macondo; el pueblo es testigo de la felicidad, de la tristeza, de la fortuna y de la desdicha en donde dignamente, durante mas de cien años, vivieron los Buendía.

Guiado por el asombro y la imaginación, José Arcadio Buendía se trastorna con la magia y las invenciones que Melquíades lleva a Macondo cada año con el circo. La obsesión de José Arcadio por las empresas mas inimaginables y su cercana relación con el gitano, Melquíades, son las constantes que marcaran y confirmarán su destino y el de toda su familia. Las relaciones de pasión-amor-odio más fuertes y destructivas se darán en el transcurrir de cuatro generaciones impregnadas por la superstición, el miedo, la religión, la soledad, la inocencia y la solidaridad. Los nombres se van perpetuando de generación en generación como los lazos carnales entre los primos y las tías, los hermanos y las abuelas, etcétera. Por la vida de los Buendía conocemos la historia de Macondo, del caribe y de América. La devastación de la tierra con la fiebre de los bananos, una guerra civil, la creación de los sindicatos.

Los Aurelianos son pensativos, meditabundos y combativos; Los José Arcadios son parranderos, obsesivos, y, locos, son todos. De estas historias personales que construyen la gran historia familiar nacen y viven los seres más extraños, mágicos y desolados que el mundo allá antes visto.



Capítulos:

1. Muchos años después, el coronel Aureliano Buendía se acordaría de cuando su padre los llevaba, a él y a su hermano, a conocer las maravillas del circo. José Arcadio Buendía amaba la época en que el circo llegaba a Macondo y con él llegaba Melquíades, un gitano extravagante que llegaba al pueblo con los inventos más extraños. Imanes que recolectaban todo a su paso, tapetes voladores y enormes cubos de hielo. Melquíades, a su despedida del pueblo, siempre le dejaba sus tesoros a José Arcadio, él, por su parte, emprendía con ellos las empresas más osadas. Úrsula, su mujer, siempre renegaba e intentaba impedir que su marido gastara el poco dinero, pero siempre era inútil. Los hijos gozaban del circo e igualmente se sorprendían por los inventos y las enigmáticas personalidades que llegaban con él.



2. El criollo cultivador de tabaco, José Arcadio Buendía, estableció una sociedad con el bisabuelo de Úrsula, el negocio fue tan productivo que en poco tiempo hicieron una fortuna. Los lazos de unión entre José Arcadio y Úrsula se estrecharon desde entonces, en el pueblo de Riohacha. La madre de Úrsula se encargaba de atormentarlos con los peligros a los que su descendencia se exponía por el parentesco familiar, eran primos, que había entre ellos. En un duelo de honor, así calificado por el pueblo, José Arcadio Buendía mató a Prudencio Aguilar cuando una noche hacía bromas sobre el matrimonio todavía no consumado por el terror de Úrsula sobre sus futuros hijos. José Arcadio y Úrsula se sintieron culpables por el asesinato, culpa que sentirían hasta en la tumba. Después de largas noches de insomnio a causa del espíritu de Prudencio, los Buendía deciden abandonar el pueblo y fundar uno nuevo: Macondo. Ya instalados en el pueblo que fundó José Arcadio con otros amigos, empezaron las visitas del circo. A la casa de los Buendía llegaba todas las mañanas Pilar Ternera, una jovial y risueña mujer que leía la baraja y ayudaba a Úrsula con las labores domésticas. Con el pretexto del juego, Pilar Ternera inició a José Arcadio en los menesteres del amor; así se inició la relación de la mujer con los Buendía. Tiempo después Aureliano se enteró de la relación que José Arcadio sostenía con Pilar y, se convirtió en su cómplice. Un jueves de enero nació Amaranta y para fortuna de su madre, Úrsula, después de una detenida examinación, era un bebé con todas las partes de ser humano.



3. Pilar Ternera parió a un Buendía, el niño, a pesar de la voluntad de Úrsula, fue llevado a la casa de los abuelos. Le dieron el nombre de José Arcadio y la abuela puso como condición que nunca se le fuera revelado su origen. José Arcadio se volvió una autoridad en el pueblo y nada se hacía sin ser antes consultado con él. Úrsula se encargó de consolidar la economía familiar, y así sería hasta sus últimos días, con su maravillosa industria de galletitas y peces azucarados. Por su parte, Aureliano había dejado de ser un niño y era lo contrario a la imagen de su hermano; Aureliano era silencioso y meditabundo y se había dado al oficio de la platería. Un domingo llegó Rebeca, con los huesos de sus padres en una caja y una carta para José Arcadio. La niña no hablaba, llegaron a creer que era sordomuda y hasta el día de su muerte la llamaron Rebeca Buendía. Descubrieron que Rebeca tenía el vicio de comer tierra y cal de las paredes; después de los esfuerzos de Úrsula dejó de hacerlo y comenzó a hablar. Con la llegada de nueva gente a Macondo llegó la enfermedad del insomnio y, más tarde, la peste de la memoria. Los habitantes del pueblo pasaban noches sin dormir y se estaban olvidando de su historia y hasta de los nombres de las cosas. De todo los curó Melquíades.



4. La casa fue remodelada y creció tanto como la familia. Rebeca y Amaranta se habían convertido en adolescentes y Úrsula decidió hacer una gran fiesta para ellas. La abuela mandó llamar a Pietro Crespi, un bailarín del cual se enamorarían las dos niñas. Amaranta cultivó un rencor por Rebeca que se llevaría hasta la tumba. Llegó al pueblo la familia Moscote, los padres y siete bellas hijas. Aureliano conoció a Remedios Moscote y quedó enamorado perdidamente de su candidez, la niña tenía nueve años. El dolor y la amargura se instalaron en casa de los Buendía cuando Pietro Crespi dejó el pueblo, Rebeca, por su parte, se queda sufriendo silenciosamente. Aureliano es el único que la comprende pues sufre del mismo mal de amor. Pilar Ternera se entera del amor que Aureliano le profesa a la menor de los Moscote y consigue que la niña acepte casarse con él. El matrimonio es aceptado bajo la condición de que Rebeca también cumpla su deseo de casarse. Amaranta la amenaza con impedir su boda, si fuera necesario, hasta con su propia muerte. Melquíades, el viejo sabio, se murió y José Arcadio se negó a enterrarlo. A l viejo José Arcadio se le iba el tiempo inventando mecanismos y estudiando los libros de Melquíades, fue perdiendo el interés por el mundo, excepto por el laboratorio que le dejó el gitano. Una tarde, José Arcadio entra en un estado tan alterado de locura que Aureliano, ayudado por diez hombres, tuvo que amarrarlo al castaño.



5. Aureliano y Remedios se casaron un domingo, Rebeca estaba muy triste por la demora de Pietro. El señor Moscote llevó un padre a Macondo que, más tarde, se daría a la tarea de edificar un templo que tardaría más de quince años en ser terminado. Amaranta, queriendo impedir la boda, propuso que la boda entre Rebeca y Pietro se realizará cuando el templo hubiera sido terminado. Hubo un nuevo y definitivo aplazamiento, la muerte de Remedios; una madrugada fue encontrada en un mar de sangre y con un par de gemelos atravesados en el vientre. Úrsula dispuso un duelo de puertas y ventanas y Rebeca volvió a comer tierra. Una tarde apareció un hombre enorme, de grandes músculos y el cuerpo curtido de sal, era José Arcadio que, muchos años atrás, se había ido con los gitanos. Rebeca descubrió en Arcadio el amor y se olvidó de Pietro. Aureliano se integra a la guerra civil, en muy poco tiempo es nombrado coronel.



6. Aureliano se aleja de Macondo, se convierte en un hombre mítico; en el pueblo se tienen noticias suyas por medio de los 17 hijos que tuvo durante la revolución. Arcadio, el nieto de José Arcadio, sigue los pasos de su tío, pero se convierte en un dictador, Úrsula lo desprecia. José Arcadio, que sigue amarrado al castaño, había perdido todo contacto con la realidad. Rebeca y José Arcadio se van de la casa pues, según Úrsula, son la deshonra de la familia. Amaranta y Pietro Crespi inician una profunda amistad que, más tarde, se convertiría en amor. Pietro le pide a Amaranta que se casen y ésta se niega rotundamente; el dolor se le vuelve insoportable y, al poco tiempo, Pietro Crespi se corta las venas. Amaranta se refugia en la costura y el hermetismo. El carácter firme de Rebeca convierte a José Arcadio en un manso hombre de trabajo. En la guerra, Arcadio es aprendido y fusilado pidiendo, como su última voluntad, que su hijo sea llamado José Arcadio y Úrsula si fuera niña.



7. La guerra había terminado pero el coronel Aureliano Buendía estaba condenado a muerte. La noche de su fusilamiento José Arcadio Buendía, rifle en mano, rescató a su hermano. El coronel y seis hombres volvieron a la guerra, dejaron Macondo para seguir la revolución. Una buena tarde llegó el telégrafo a Macondo. Rebeca y José Arcadio vivían apartados de su familia; sorpresivamente, un hilo de sangre atravesó el pueblo, desde la casa de Rebeca hasta la casa de Úrsula, la madre supo que habían matado a su hijo José Arcadio. El coronel Aureliano volvió a Macondo acompañado de su compadre Gerineldo Márquez. Gerineldo estaba enamorado de Amaranta y la visitaba todas las tardes. Úrsula le pidió a Amaranta que se casara con el coronel, ésta se indigno y, aseguró, que nunca se casaría.



8. Amaranta observaba a Aureliano José, hijo del coronel, desde su mecedor. Su sobrino había dejado de ser un niño y se resistía a dormir lejos de ella por temor a la lluvia, de juegos inocentes pasaron a quitarse las ropas, intercambiaron caricias y se perseguían por todos los rincones para amarse. Un día, cuando Úrsula casi los descubre, Amaranta salió de su fascinación y terminó de tajo con Aureliano José. El sobrino moriría enamorado de Amaranta. La vida en la casa cambiaba según los ánimos y las circunstancias de los habitantes. Una noche, cuando Aureliano José se paseaba desarmado por los antros, y en el contexto de una guerra, un capitán del gobierno lo asesinó de tres tiros. El coronel Aureliano Buendía volvió a Macondo acompañado por todo su regimiento. Úrsula descubrió, a pesar suyo, que su hijo había perdido el corazón en la revolución.



9. Llegaron a Macondo seis abogados, representantes del gobierno, en busca de el coronel Buendía para firmar ciertos acuerdos. Se firman los convenios aún cuando los abogados y el coronel reconocen que la revolución se ha convertido en una disputa por el poder. Después de veinte años de guerra, el coronel le pide ayuda a su amigo Gerineldo Márquez para acabar con la revolución donde, también, había perdido la vida y ahora le resultaba vacía. El coronel, para felicidad de su madre, vuelva a ser el hombre de la casa de los Buendía. Muchos años después, cuando el coronel seguía buscando poner fin a la violencia fue mal herido. Meses después se recuperó.



10. Santa Sofía de la Piedad había sido la mujer de Arcadio, tuvieron dos varones: Aureliano Segundo y José Arcadio Segundo. Los niños fueron tan parecidos cuando eran niños que hasta su misma madre los confundía. Aureliano Segundo se dio a la tarea de descifrar los pergaminos que Melquíades había abandonado con su muerte, pero una tarde, el gitano apareció en el laboratorio y se dispuso a transmitirle todo su conocimiento. En cambio, José Arcadio Segundo se dedicó al negocio de los gallos de pelea, Úrsula intentó evitarlo pero no obtuvo ningún resultado. Aureliano segundo conoció a la mujer que lo sacaría de su encierro y con la que compartiría toda su vida: Petra Cotes. A pesar de ser su mujer y después su concubina, la amaba más que a su propia esposa. Con Petra conoció la fortuna y la felicidad y, juntos, se convirtieron en unos despilfarradores y holgazanes. En una feria, donde Remedios, la bella, fue proclamada reina, Aureliano Segundo conoció a Fernanda que, más tarde, sería su mujer.



11. El matrimonio estuvo a punto de terminarse a los dos meses cuando Fernanda se enteró que Aureliano Segundo mantenía la relación con Petra Cotes. Fernanda venía de una familia acostumbrada a la buena vida y a cumplir con las reglas de etiqueta. Todo el tiempo que vivió en Macondo trató de imponer las mismas reglas para los Buendía. Los obligaba a sentarse a la mesa con manteles de lino y vajilla de plata. Fernanda se desvivía por atender la casa y era muy estricta con Aureliano. El hombre, agobiado por la dureza de Fernanda, se entregó al derroche de su fortuna y a vivir apasionadamente con su concubina. Pero, de su matrimonio nació Renata Remedios que, por su belleza e inocencia, sería la perdición de cuanto hombre la mirara. A su regreso de la guerra, el coronel Aureliano se había dedicado a la platería y siempre se le veía en el laboratorio de Melquíades. Una tarde, a pesar de su voluntad, su madre lo obligó a abrir la puerta. El coronel se encontró con 17 hombres que lo reclamaban como a su padre. Los 17 aurelianos se dedicaron a recorrer el pueblo y a disfrutar de los placeres de sus mujeres. Uno de ellos, Aureliano Triste llegó a la casa donde había vivido José Arcadio y después de tirar la puerta, en medio de la neblina, se encontró con Rebeca que le apuntaba con el rifle. Rebeca había estado encerrada desde la muerte de José Arcadio y estaba convertida en una anciana. Aureliano Triste había heredado el gusto por las empresas casi imposibles pero era afortunado en los negocios y, una buena tarde, decidió llevar el ferrocarril a Macondo.



12. Llegó a Macondo la luz, el cine, muchas novedades. Con el ferrocarril llegó Mr. Herbert y, un día, invitado a comer en casa de los Buendía probó los bananos. Le impresionaron tanto que en los siguientes días siempre se le vio haciendo pruebas y tomando apuntes respecto a la fruta. Después de varios meses llegó a Macondo una avalancha de forasteros que empezaron a construir casas y, más tarde, llegaron sus familias y sus animales. El pueblo se llenó de gente nueva, los gringos se habían asentado en Macondo para explotar la tierra, el banano; y el resto de la gente había llegado Macondo atraídos por las historias que se contaban del pueblo. Mientras el coronel vivía enojado por la invasión, Aureliano Segundo estaba feliz de relacionarse con gente nueva y vivir en una constante fiesta. Remedios, la bella era la única que no se alteraba con los vertiginosos cambios, pero todos los hombres que la miraban se volvían locos o se morían de amor por ella. Una tarde, mientras doblaba ropa limpia, Remedios, la bella, salió volando llevándose con ella unas sábanas. José Arcadio Buendía seguía atado del castaño y en una ocasión, mientras Úrsula lo alimentaba, le confesó su tristeza por la próxima muerte de su hijo Aureliano. El coronel cansado y enojado por la presencia de los gringos, decidió retomar las armas y acabar con ellos, acudió a pedirle ayuda a su amigo Gerineldo Márquez, éste se negó mirándolo con compasión.



13. Con el paso de los años Úrsula estaba perdiendo la vista pero seguía teniendo una energía que le permitía ocultar su vejez. La abuela se guiaba por los olores y por los sonidos y dedicaba su tiempo a la educación de José Arcadio, el hijo de Fernanda que sería Papa. Meme, la primogénita del matrimonio, sería una excelente ejecutante de clavicordio. Llegado el momento, los dos se fueron a continuar sus estudios en el extranjero. En su soledad, Amaranta había empezado a tejer su propia mortaja. Aureliano Segundo seguía siendo más feliz en los brazos de Petra y sólo volvía a la casa cuando sus hijos regresaban de vacaciones. Fernanda, por su parte, les escribía largas cartas mintiéndoles sobre la felicidad que reinaba en la casa. Aureliano Buendía pasaba todo el día recluido en el laboratorio, trabajaba en la platería. El único día que se asomó a la calle fue para ver pasar al circo. Los nuevos visitantes estaban muy lejos de parecerse a Melquíades y sus amigos.



14. Las vacaciones de Meme coincidieron con la muerte del coronel Aureliano Buendía. Meme había terminado sus estudios y se dedicaba a pasear con sus amigas y a tocar el clavicordio todas las tardes. En poco tiempo la casa se llenó de amigas que iban a la costura. Meme sobresalía por su entusiasmo y reanudó una bella relación con su padre que se desvivía por complacerla. Tiempo después, la actitud de Meme fue cambiando y su madre, Fernanda, la sorprendió en varias mentiras. Una tarde, después de días de secreta vigilancia, Fernanda la descubrió besándose con Mauricio Babilonia en la oscuridad del cine. La madre, como era de esperar, la encerró en la casa y le prohibió toda clase de visitas. Meme no parecía sufrir y, al contrario, disfrutaba de pasar horas en su cuarto. Una noche, Fernanda pidió ayuda a la policía para capturar un ladrón de gallinas que estaba en la parte trasera de la casa. Repentinamente, se oyeron unos disparos y Mauricio Babilonia cayó muerto dejando a Meme esperando un hijo suyo. Una mañana Amaranta anunció su muerte y, sin querer confesarse, se acostó en su lecho hasta que cerró los ojos.



15. Aureliano Segundo se distanció, aún más, de Fernanda por la forma en que se comportó con Meme. Años después descubrió lo que su propia esposa había intentado ocultarle, Meme había tenido un niño de Mauricio y llevaba tres años escondido en el laboratorio de Melquíades. Aureliano Segundo se encargó de su educación y lo llamó José Arcadio. Por su parte, José Arcadio Segundo había abandonado los gallos de pelea para trabajar en la compañía bananera, pero después de años de explotación se convirtió en el líder de los trabajadores y formó el primer sindicato de Macondo. El sindicato peleaba contra los gringos y José Arcadio Segundo se vio, muchas veces, en peligro de ser encarcelado. José Arcadio entendió mejor a su tío, el coronel Aureliano Buendía, pero al final de la lucha descubrió que la verdadera razón de ambos era el vació que tenían en el corazón.



16.Llovió cuatro años, once meses y dos días. Nadie podía dejar la casa, José Arcadio Segundo se pasaba el tiempo en el laboratorio platicando con Melquíades y absorto en los pergaminos. Aureliano Segundo esperaba que escampara para ir a casa de Petra. Después de un tiempo, la comida empezó a escasear y Fernanda le exigía a su marido que saliera en busca de víveres. Úrsula aseguraba que se moriría cuando escampara. Fue necesario excavar canales. En esos días se murió el coronel Gerineldo Márquez y el sepelio se vio arruinado por la lluvia. Úrsula se asomó a la ventana para despedirse de él. Aureliano Segundo va a casa de Petra Cotes y la encuentra tratando de salvar las pocas reses vivas que les quedaban. Enojada, Petra le reclama a Aureliano no haber acudido a sus llamados.



17. Dejó de llover y Úrsula se dedicó a restaurar la casa. Aureliano Segundo tomó sus baúles y regresó a casa de Petra Cotes. José Arcadio Segundo seguía estudiando los pergaminos de Melquíades. Con la restauración de la casa, Úrsula se llenó de recuerdos y se esforzó por cumplir su promesa de morir. La mujer, ya en sus últimos días, regresó el tiempo en su memoria y a los nuevos descendientes los confundía con los primeros. Rebeca murió a finales de ese año y Aureliano Segundo se hizo cargo del entierro. Con el diluvio Macondo parecía un pueblo fantasma, estaba deshabitado y todas las casas perecían caerse con solo mirarlas. Amaranta Úrsula, la hija menor de Fernanda, se fue a estudiar a Bruselas. El nueve de agosto, José Arcadio Segundo se murió mientras conversaba con su hermano gemelo. Pocas horas después, Aureliano Segundo dejó de respirar cuando dormía en la cama de Fernanda. Petra Cotes intentó ponerle los botines con los que siempre había deseado morir, pero Fernanda le prohibió la entrada a la casa. Los gemelos fueron enterrados en baúles iguales y volvieron a ser idénticos como lo fueron en la niñez.



18. Aureliano no abandonó en mucho tiempo el cuarto de Melquíades. Había empezado a traducir los pergaminos; Santa Sofía de la Piedad se encargaba de llevarle café, un poco de comida y de cortale el pelo. Desde la muerte de Aureliano Segundo, Fernanda se encargaba de mandar todos los días un canasto con víveres. Así humillaba a quien la había maltratado. Para Santa Sofía de la Piedad el que hubiera pocos habitantes en la casa le permitía descansar, la casa se precipitó en una crisis de senilidad y estaba casi en ruinas. Santa Sofía de la Piedad después de desistir de seguir trabajando, tomó sus pocas cosas y abandonó la casa y a Aureliano con Fernanda. Pasaron los años y Fernanda empezó a disfrutar de los recuerdos, una mañana Aureliano la encontró tendida en su cuarto vestida de reina. Aureliano, deseoso de seguir estudiando, salió a la calle en busca de ciertos libros. Así, Aureliano estaba consiguiendo traducir los pergaminos y empezó a disfrutar de ir a la librería.



19. Amaranta Úrsula regresó en diciembre. Apareció sin previo aviso, con bellos vestidos, hermosos collares y con su esposo. El hombre con quien se había casado era mayor que ella y tenía facha de navegante. Con Amaranta Úrsula llegó la felicidad. Volvió para quedarse y estaba dedicada a la salvación de la casa. Aureliano se mantenía encerrado en el taller y absorto en los estudios. Amaranta Úrsula acabó con las hormigas, revivió las flores, abrió las puertas y las ventanas. Su marido moría de amor por ella y le cumplía todos sus deseos. Una mañana, Amaranta Úrsula entró al taller y empezó a conversar con Aureliano. Amaranta Úrsula gozaba de hacer el amor con su marido sin importarles donde, Aureliano estaba profundamente enamorado de Amaranta. Se lo confesó a Negromante, una muchacha con la que Aureliano pasaba muchas noches. Un día, mientras el marido de Amaranta escribía cartas a sus amigos, Aureliano entró en la alcoba de su tía y la despojó de sus ropas. Lo que empezó en un forcejeo de resistencia terminó siendo un acto de amor y pasión.



20.Pilar Ternera se murió sentada en su mecedor de bejuco. Gastón, el marido de Amaranta Úrsula decidió viajar a Bruselas para supervisar sus negocios. Con su partida, Aureliano y Amaranta Úrsula se dieron a la tarea de amarse. Mientras ella cantaba de placer, Aureliano se iba haciendo más absorto y callado, porque su pasión era ensimismada. De pronto, Amaranta Úrsula recibió la noticia del regreso de Gastón, la mujer le respondió la carta contándole de su amor por Aureliano y, para sorpresa de ambos, Gastón los felicitó y les deseo lo mejor. La feliz pareja estaba esperando un hijo. Aureliano empezó a rastrear su origen pero no encontró a nadie que lo ayudara. Amaranta Úrsula hacía collares de vértebras de pescados, pero nunca encontró quien se los comprara. El niño nació y lo llamaron Rodrigo. Después de cortarle el ombligo, la comadrona se puso a limpiarlo ayudada por Aureliano. Cuando lo voltearon boca abajo descubrieron que el niño tenía cola de cerdo. La comadrona les dijo que podrían cortársela cuando el niño mudara los dientes, Amaranta Úrsula y Aureliano se quedaron tranquilos. Amaranta Úrsula estaba perdiendo mucha sangre y después de varios días se murió. Absorto en su dolor, Aureliano se olvidó de su hijo hasta que Nigromanta acudió para ayudarlo. Aureliano tuvo la revelación de encontrar en los pergaminos la historia de sus vidas y el trazo de su destino. Aureliano descubrió que su familia había estado condenada a cien años de soledad.





Para que te luzcas!

Este libro es una pieza fundamental de la literatura latinoamericana del siglo XX y, sobre todo, del llamado Realismo mágico. Gabriel García Márquez formó parte del boom latinoamericano y siempre se ha reconocido como un denostador y critico de las dictaduras en el continente. Cien años de soledad, en su momento, fue importantísimo porque el desborde de fantasía mezclada con la realidad. Es un libro que te envuelve en sus historias y que atrapa tu atención desde sus primeras páginas. Los personajes representan y exaltan las características más crudas y las más grandes del ser humano

Resumen de Los secretos de innovación de Steve Jobs

Steve Jobs ha reinventado la distribución de música, el teléfono móvil y la manera de publicar libros. Es un innovador capaz de convertir ideas en productos multimillonarios que todo el mundo quiere y admira.

Y es que cuando se trata de innovar, el CEO de la Apple es toda una leyenda. El eslogan de su compañía “Piensa diferente”, no es sólo un recurso de marketing sino, sobre todo, una manera de vivir.

El presente texto constituye una presentación de los recursos y las técnicas que han convertido a Steve Jobs en uno de las grandes figuras de la cultura popular y comercial de todo el mundo.

Resumen de Pequeños gigantes

No todos los dueños de compañías quieren que estas crezcan, se coticen en la bolsa y produzcan lo suficiente como para vivir felices para siempre. De hecho, un creciente número de compañías, y sus fundadores, están siguiendo un camino diferente.

Estas compañías no tratan de crecer constantemente sino que prefieren ser grandiosas, es decir, ser las mejores en lo que hacen. Esta es la génesis de los “pequeños gigantes”, compañías que han decidido, además, permanecer en manos privadas.

Lo que impulsa a un pequeño gigante no es el afán de producir cada vez más, sino la pasión de su fundador y empleados. Entre los temas tratados están: resistirse a crecer, crear lazos permanentes con la localidad y crear una cultura corporativa.


Sobre Pequeños gigantes
EDITORIAL Portfolio
AÑO PUBLICACION 2005
PÁGINAS 256
ENVIADO EN 01/2007
RATING AMAZON
# PALABRAS 4,344
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Contenido de Pequeños gigantes
INDICE DE CONTENIDO

Resistirse al llamado de ser más grande
Los propietarios deben pertenecer a la compañía
Crear lazos permanentes con la localidad
Crear lazos con proveedores y clientes
Ofrezca exactamente lo que necesita el cliente
Crear una cultura corporativa que nos quede bien
Permita que cada quien siga sus pasiones
PALABRAS CLAVE (beta)

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Resistirse al llamado de ser más grande

Es normal que las compañías crezcan tanto que eventualmente tengan que vender sus acciones públicamente. Todos los consejeros profesionales (banquero, abogado, contador y consultores) constantemente alentarán un rápido crecimiento de la compañía. La razón de esto es que mientras más grande termine siendo la compañía, mejor se verán sus consejos y habrá más posibilidades de que la compañía trabaje con ellos en el futuro.

A pesar de todas las presiones, hay alternativas que pueden y deben ser consideradas. El dueño de la compañía podría tomar un camino mucho menos publicitado: asir bien su compañía y mantenerla privada. Esta opción trae consigo una serie de ventajas que no tiene la venta pública de acciones:

Es posible elegir y desarrollar el estilo de vida que queramos sin tener que justificarnos ante otros accionistas.

Es posible tomar decisiones sin tener que darle explicaciones a nadie.

Podemos tratar a los empleados como si fueran miembros de nuestra propia familia si así lo queremos.

Podemos decidir qué tanto crecer, y si decidimos no crecer más, está bien. Esa es nuestra decisión.

Podemos construir algo único, independientemente de cuánto dinero haya disponible.

Podemos actuar impulsivamente o incluso asumir riesgos si queremos.

Tenemos la libertad de hacer algo que consideremos diferente en vez de caer en la rutina de generar cada vez más y más ventas.

Lo importante es saber que el éxito en los negocios no es unidimensional como parece. El mundo comercial y los medios de comunicación alaban tanto a las compañías públicas, que la mayoría de la gente cree que esta es la única forma de lograr el éxito. Pero hay otras opciones muy atractivas.

Caso #1: Clif Bar Inc. (Berkeley, California)

En 1992, Gary Erickson era un apasionado ciclista, montañista y músico. Un día, mientras montaba bicicleta, decidió impulsivamente que él podría hacer una mejor barra energética que las que estaban disponibles en el mercado. Erickson se puso a trabajar en la cocina de su madre y, dos años después, había desarrollado la receta de un nuevo tipo de barra energética. Erickson llamó a su nueva barra Clif Bar, por su padre Clif Erickson.

Desde sus humildes comienzos hasta 2000, Clif Bar se había convertido en un negocio de US$ 39 millones anuales, dirigido por Erickson y su socia, Lisa Thomas. Cuando sus dos mayores competidores (Power Bar y Balance Bar) fueron vendidos a Nestlé y Kraft, respectivamente, Erickson se dio cuenta de que, para poder competir, debía venderle su negocio a una compañía con más recursos. Así que negoció un acuerdo de compra con Quaker Oats por US$ 120 millones. Resultaba muy atractivo para cada socio poderse embolsillar US$ 60 millones cada uno. Sin embargo, cuando Erickson estaba a punto de firmar la venta, fue sobrecogido por las emociones. En parte, esto se debía al hecho de que Quaker Oats le había informado que Clif Bar se mudaría en unos meses a otra zona y que la nueva gerencia sería nombrada más tarde.

Erickson le informó a Quaker Oats que no podía continuar con la venta. Esto generó roces con su socia, quien temía perder todo lo que habían logrado hasta los momentos. Así que renunció a la compañía e insistió en que Erickson la liquidara. Este resolvió pagarle US$ 65 millones en cinco años. En el momento en el que llegó a este acuerdo, Erickson sólo tenía US$ 10.000 en su cuenta bancaria.

A pesar de que tenía una deuda de US$ 15 millones más lo que se le debía a Thomas, la compañía continúo con firmeza. Todo el mundo comentaba que Clif Bar desaparecería frente al poder financiero de los otros dos conglomerados. A pesar de todo, Clif Bar no sólo sobrevivió sino que además prosperó. La compañía pasó de producir US$ 39 millones en ingresos, en 1999, a US$ 92 millones en 2004, sin apoyarse en ningún inversionista ni aumentar considerablemente su fuerza laboral.

Los propietarios deben pertenecer a la compañía

Algunas compañías tienen estructurados sus capitales de tal manera que estos terminan siendo las víctimas del éxito de aquella. El capital es necesario para hacer crecer la compañía o para crear economías de escala. Por lo general, hay que buscar inversionistas externos para que pongan sus capitales a disposición de la compañía. Pero si queremos tener éxito con nuestro pequeño gigante, debemos evitar los inversionistas externos.

Los principales problemas con los inversionistas externos son:

Siempre están buscando una estrategia de salida para sus inversiones: por tanto, si aparece un posible comprador, los inversionistas lo acogerán con entusiasmo aunque esto le traiga consecuencias negativas a la compañía.

Prefieren que el valor de su inversión esté claramente establecido: por tanto, les atrae la visibilidad y liquidez de una compañía pública. Esto les permite conocer el valor de su inversión con mayor precisión (es muy difícil determinar el valor de una compañía privada).

Quieren crecer: presionarán para que la compañía crezca a expensas de cualquier otra opción. Los inversionistas siempre vienen con la expectativa de obtener un buen retorno por su inversión.

Prefieren un tren gerencial con experiencia que a usted: mientras más dinero consigamos, mayor será la presión. Esto conlleva a una típica situación: sin gerentes experimentados no conseguiremos inversión para que la compañía crezca; pero estos gerentes son tan solicitados que contratarlos nos costará el dinero que no tenemos. Además, a los gerentes les gusta ser contratados por compañías que eventualmente venderán sus acciones públicamente, porque esto realza mucho sus resúmenes curriculares.

Aparte de la presión por parte de los inversionistas externos, habrá otros elementos del negocio ansiosos por que la compañía crezca:

Los empleados quieren oportunidades para ampliar sus carreras mediante nuevos cargos.

Los proveedores siempre nos conminarán a crecer, sobre todo si somos sus distribuidores.

Los clientes nos pedirán que hagamos más negocio con ellos; tal vez para surtir sus tiendas en otras regiones.

El clima social y cultural pedirá a gritos un gran crecimiento. Esto es propio de la mentalidad empresarial. Todo el mundo cree que mientras más grande, mejor; y que hay que aprovechar cualquier oportunidad en este sentido.

Caso #2: Anchor Brewing (San Francisco, California)

A pesar de que Fritz Maytag era el bisnieto del fundador de la gigante tienda de artefactos, siempre prefirió las cosas pequeñas y bellas. Esto incluso se extendía a sus intereses comerciales. Y cuando se graduó en 1965 en la Universidad de Stanford, Maytag compró Anchor Brewing, unas de las primeras microfábricas de cerveza de Estados Unidos, creada hacia 1800, en California, en plena “fiebre del oro”. También se volvió socio en una fábrica de quesos. A principios de los años noventa, la demanda por el producto mejor conocido de Anchor Brewing, Anchor Steam Beer, había crecido de 600 barriles en 1965 a más de 12.000 barriles. Anchor Brewing estaba a la cabeza de la revolución de las micro fábricas de cerveza, que conmovería los cimientos de la industria.

A principios de los años setenta, el distribuidor de Anchor en Nevada llamó a Maytag con la noticia de que el gerente general del nuevo MGM Grand Casino, en Reno, le había contactado porque quería servir Anchor Steam en cada bar del casino. Pero Maytag rechazó la oferta a pesar de que significaba una gran ganancia. Hubiera sido posible sub-contratar a otro fabricante para que produjera la cerveza, pero Maytag sentía que estaba comprometiendo su autenticidad. Por el contrario, Maytag mudó la compañía en 1977 a un edificio más grande y continuó desarrollándola gradualmente.

A principios de los años noventa, la demanda por los productos de Anchor puso de nuevo en entredicho la capacidad de la compañía. Maytag pensó en hacer una venta pública de acciones y así obtener el dinero necesario para expandir la capacidad de la compañía una vez más. Pero mientras más analizaba las implicaciones de contar con nuevos inversionistas, menos cómodo se sentía con la idea de la venta pública de acciones.

Con el fin de moderar la demanda de los productos Anchor, Maytag implementó una estrategia innovadora. Ayudó a otras micro fábricas de cerveza a establecerse. Maytag incluso ayudó a sus rivales a mejorar sus técnicas de fermentación. Con el tiempo surgió un gran número de fabricantes de cerveza en todo el país, lo que le permitió a Maytag conservar a Anchor Brewing tal cual era: una empresa de la cual estaba orgulloso. Esta satisfacción era más importante para Maytag que crear un imperio cervecero.

Crear lazos permanentes con la localidad



Los pequeños gigantes suelen ser peculiares e individualistas. Estas compañías suelen tener personalidades distintivas, parecidas a las de la comunidad en la que están ubicadas. Hay el compromiso de ser un buen ciudadano corporativo, y esto genera una fuerte cultura corporativa. Esta peculiaridad suele jugar un importante papel dentro del éxito de la compañía.

Algunos ejemplos del tipo de compromiso comunitario que generan los pequeños gigantes son:

La cantautora Ani DiFranco fue cortejada por todos los grandes sellos disqueros, pero decidió más bien montar su propio sello junto a su socio, Scot Fisher. La compañía se llamó Righteous Babe y abrió sus oficinas en Buffalo, Nueva York. DiFranco y Fisher se dedicaron fervientemente a su trabajo creando cerca de 125 puestos de trabajo en una ciudad con una alta tasa de desempleo. Compraron una vieja iglesia y la convirtieron en sus oficinas principales, con todo y sala de conciertos, bar, galería de arte y oficinas para las organizaciones de arte locales. Righteous Babe también insistió en valerse de proveedores locales. Esto ha convertido a la compañía en un fenómeno local, y su cultura está en sintonía con la de Buffalo.

Reel Precision Manufacturing está ubicada en St. Paul, Minnesota. Sus tres fundadores hicieron de la responsabilidad social una prioridad, así que se comprometieron a hacer “lo correcto aunque no fuera rentable”. Los tres líderes suelen trabajar con instituciones de caridad y frecuentemente hablan en universidades y frente a grupos comunitarios sobre ética comercial. Los empleados participan en las decisiones de la compañía y en la resolución de conflictos. El resultado es que Reel es considerada parte de la cultura comercial de la ciudad, y bastión de la responsabilidad corporativa.

Caso #3: Zingerman’s (Ann Arbor, Michigan)

En 1982, Ari Weinzweig y Paul Saginaw decidieron abrir una tienda de delicateses en Ann Arbor, Michigan. En Ann Arbor está ubicada la Universidad de Michigan y todo el pueblo es una típica comunidad universitaria. Querían ofrecer los productos refinados y servir los mejores sándwiches del mundo.

En una década, Zingerman’s ganó una gran reputación. Aparecieron reseñas sobre el local en varias publicaciones del ramo. Además, sus productos se convirtieron en una leyenda de la localidad. El paso obvio era abrir una cadena de establecimientos Zingerman’s en otras ciudades, pero Weinzweig estaba negada porque no podrían mantener los estándares. Así que desarrollaron otra estrategia de crecimiento. Decidieron constituir la Comunidad de Negocios de Zingerman’s (ZcoB, por sus sigla en inglés).

En esencia, ZcoB era un conglomerado formado por 12 o 15 negocios independientes. Todos estarían ubicados en Ann Arbor y llevarían el nombre Zingerman’s, pero cada compañía tendría su especialidad e identidad propia. La idea era llegar a la meta de 12 o 15 negocios en el 2009. Zingerman’s va por buen camino, pues en 2002 ya contaba con 7 de los negocios.

Zingerman’s y ZcoB juega hoy en día un importante papel en la comunidad de Ann Arbor. No sólo crea empleos, sino que retribuye con creces a la comunidad. Por ejemplo, Zingerman’s estableció Food Gatherers en 1988. Esta compañía se dedica a recolectar cualquier producto que no esté fresco en los demás establecimientos de comida. Luego, estos productos son entregados a diversas instituciones de caridad. Entre 2 y 3 toneladas de alimentos son redistribuidas de este modo en la comunidad. Zingerman’s también ofrece becas escolares y apoya los refugios para indigentes.

Crear lazos con proveedores y clientes

Todos los pequeños gigantes suelen centrarse en el cliente. Esto es natural, pues estas compañías no están tratando constantemente de pasar al próximo nivel de ventas. Además, debe ser una consecuencia de la obsesión de sus dueños por conservar las culturas corporativas que crean. En todo caso, es una constante que este tipo de compañía siempre cuenta con clien tes satisfechos.

Una consecuencia de esto es que los pequeños gigantes siempre crean lazos inusualmente fuertes con sus proveedores. La idea es incluir a los proveedores en la cruzada por alcanzar altos niveles de excelencia.

Para establecer lazos tan fuertes con sus clientes y proveedores, no existe una receta, pero si algunas prácticas que siguen los pequeños gigantes:

Muchos se valen de la educación para establecer su relación con el cliente: le enseñan qué es lo que puede esperar y después se responsabilizan por ofrecer dicho servicio.

Crean lo que se podría llamar “sentido de comunidad”: crean una causa común entre la compañía, los clientes y los proveedores. Este se sustenta sobre tres pilares:

Integridad: la compañía es lo que proclama.

Profesionalismo: se ofrece lo que se promete.

Crear una conexión humana.

Son leales; se quedan con los mismos proveedores a pesar de que haya mejores opciones: en muchos casos estos proveedores han creado su negocio alrededor del éxito del pequeño gigante, y hay un sentimiento recíproco de aprecio en la relación.

Cuentan con una cultura corporativa coherente: así que todos los integrantes de la organización se comportan según los mismos valores. Esto quiere decir que siempre se ofrece el mismo mensaje independientemente de quién lo de.

“Personalizan” sus transacciones: los clientes nunca sienten que son un número más. Por el contrario, sienten que están recibiendo una atención extraordinaria.

Cuando se comenten errores, se ocupan de arreglar las cosas: porque saben que hasta el mejor plan puede salir mal. Por tanto, aprovechan estas situaciones para ofrecer un servicio que las diferencie del resto.

Caso #4: ECCO (Boise, Idaho)

ECCO se llamaba originalmente Electronic Controls Company. Fue establecida en 1972 cuando ciertas instituciones determinaron que se debían colocar alarmas en algunos modelos de vehículos. La compañía fue fundada por Carl Peterson, pero luchó por sobrevivir hasta la llegada de Jim Thompson en 1984. Él y dos amigos compraron la compañía, y en 1988 establecieron un programa de compra de acciones para los empleados.

Thompson revitalizó ECCO desarrollando relaciones personales con los distribuidores y proveedores de la compañía. A principios de los años noventa, las acciones de la compañía habían aumentado en 33% y las ventas habían llegado a 9,5 millones. Por su parte, otro de los socios, Ed Zimmer, aplicó las ideas de un experto en comportamiento de la Universidad de Boise, y creó aún más intimidad con el cliente. Los productos y servicios de la compañía fueron rediseñados y la compañía adquirió nuevos equipos y sistemas. La idea era proveerles a los clientes más productos que satisficieran sus necesidades a un menor costo.

La falta de credibilidad de la compañía fue un obstáculo al principio para incrementar el número de productos. Aunque se sabía que las alarmas de ECCO eran buenas, había cierto rechazo hacia los otros productos. ECCO superó este problema contratando mejores ingenieros y creando productos que los clientes realmente necesitaran. En otras palabras, trabajando estrechamente con los clientes.

Además, ECCO aprovechó con creces la llegada de la Internet. Se les permitía a los clientes revisar los nuevos diseños por Internet, e incluso opinar al respecto, antes de que los diseños fueran a la línea de producción. Por otra parte, la compañía innovó mucho. De hecho, en 2004, 80% de las ganancias de la compañía provenían de productos que no existían 8 años antes.

Pero lo más importante para la compañía continúa siendo su gente y la pasión que ponen en su trabajo. En ECCO todo el mundo puede enterarse acerca de los resultados financieros de la compañía. Esto es así porque la mayoría de la compañía pertenece a los empleados.

Ofrezca exactamente lo que necesita el cliente

En definitiva, todo lo que hace grande a una compañía (una buena marca, productos y servicios atractivos, una estrecha relación con proveedores y clientes, participación en los asuntos de la comunidad) depende de quienes trabajan día a día en la misma. Los pequeños gigantes ofrecen los mismos beneficios que las demás compañías, pero además, ofrecen una especie de intimidad que magnifica las acciones de los empleados. En resumidas cuentas, las personas que trabajan para un pequeño gigante se preocupan por su trabajo personalmente porque saben que la compañía los apoyará en cualquier situación.

Para lograr este intenso sentimiento de camaradería, hay varios enfoques que se pueden adoptar, tal como lo hacen los pequeños gigantes. Estos:

Tienden a mantener pequeños equipos de trabajo: de modo que el gerente pueda tener contacto directo con cada miembro. Se crea un clima familiar en el que todo el mundo sabe lo que está ocurriendo. Esta es la mejor forma de que todo el mundo de lo mejor de sí.

Hacen las cosas bien: es decir, contratan a las personas adecuadas y después se concentran en mantenerlas felices.

Suelen crear nuevas formas de valorar a sus empleados: haciendo pequeñas cosas que satisfagan sus necesidades, como aumentos o ayuda educativa.

Se esfuerzan por crear una atmósfera colegial en el lugar de trabajo: se fomenta el respeto y la confianza en los colegas. El resultado es que los empleados se sienten orgullosos de que la compañía logre sus objetivos. Además, esta atmósfera ayuda a resolver conflictos. Todo el mundo debe sentir que no hay propósitos escondidos y que todos son tratados por igual. Cuando aparezcan diferencias, debe haber una estructura transparente y clara para llegar a una decisión que todos puedan aceptar.

Caso #5: O.C. Tanner Co. (Salt Lake City, Utah)

En 1927, Obert Tanner, estudiante de 23 años de edad, estaba ocupado tratando de obtener suficiente dinero para pagarse su educación en la Universidad de Utah. Tenía un empleo a tiempo parcial en una joyería, y se le ocurrió venderles anillos de calidad a los estudiantes que se estaban graduando. La idea fue bien recibida y esto lo convenció de que podía hacer un buen negocio. Obert no estaba contento con la calidad de los anillos que vendía la joyería en la que trabajaba, así que decidió confeccionar sus propios anillos.

A principios de los años cuarenta, Tanner decidió expandirse ofreciéndoles anillos a las compañías para que les hicieran un reconocimiento a los empleados veteranos. Esto se convirtió en su negocio principal y sus ventas crecieron desde US$ 2,7 millones, en 1960, a US$ 86,4 millones en 1980. Al mismo tiempo, la fuerza laboral de Tanner creció de más o menos 200 empleados a más de mil. Tanner incluso creó un negocio para hacer los diplomas que acompañaban a sus anillos. Con el tiempo, este negocio llegó a producir US$ 20 millones en ventas cada año, y los ingresos totales de la compañía llegaron a US$ 214,1 millones en 1993.

Incluso cuando la compañía llegó a tener 1.700 empleados, a principios de los noventa, Tanner recorría la empresa y hablaba con los empleados sobre sus pasatiempos, sus familias y sus aspiraciones. Además de ofrecer horarios de trabajo flexibles, Tanner hacía encuestas entre los empleados para saber cuál era la opinión de los mismos. La compañía pagaba bonos de todo tipo a pesar de que sus salarios eran bastante altos.

Cuando Ober Tanner murió en 1993, todavía poseía 65% de la compañía. Tanner colocó estas acciones en un fideicomiso bajo la condición de que la compañía no fuera vendida, se fusionara o vendiera acciones públicamente. Su intención fue proteger a sus empleados de inversionistas externos.

Crear una cultura corporativa que nos quede bien

La mayoría de los fundadores de compañías que se transforman en pequeños gigantes son idealistas. Tienen sus propias ideas sobre cómo debe estar estructurado el lugar de trabajo y ponen sus ideas en práctica en su propia compañía. El resultado es que los pequeños gigantes poseen culturas corporativas que influyen en todo lo que hacen. Los pequeños gigantes pueden probar diversas filosofías gerenciales porque no tienen que rendirles cuentas a los analistas financieros que siguen el desempeño de las compañías públicas.

Aunque las culturas difieren enormemente entre compañías, siempre hay ciertas semejanzas entre las culturas corporativas de los pequeños gigantes:

El concepto de “líder servicial” es muy común: esto significa que los líderes de la organización están ahí para ayudar a los empleados a ser más eficientes, no para decretar qué se puede hacer y qué no.

La mayoría mezclan la ética y fuertes sistemas de creencias con su negocio: por ejemplo, fundamentan todo abiertamente a partir de creencias cristianas (“hazle a los demás lo que quisieras que hicieran contigo”).

La mayoría prefieren la pasión frente al crecimiento a toda costa: no es inusual que un pequeño gigante trate de disminuir su fuerza laboral y, al mismo tiempo, conservar a todos los empleados. Esta dinámica contradictoria significa que quien entra a la compañía y se desempeña adecuadamente tenderá a permanecer mucho tiempo en la misma.

Suelen carecer de jerarquías: no es raro ver a los líderes corporativos junto a todo el resto del personal y cumpliendo con sus responsabilidades gerenciales en su tiempo libre a pesar de que tienen grandes cantidades de trabajo.

Las culturas corporativas no están centradas en crear valor para el accionista ni en maximizar las ganancias: se entiende que la compañía debe generar ciertos ingresos para mantenerse, pero hay cosas más importantes que la simple maximización de las ganancias.

Caso #6: Hammerhead Productions (California)

Hammerhead Productions es una compañía de efectos visuales, localizada en Studio City, California. Fue fundada por cuatro veteranos de la industria cinematográfica, que querían un negocio que les permitiera ser creativos. Estaban cansados de trabajar para grandes compañías de efectos visuales, que sólo se enfocaban en el lado monetario del negocio.

Para mantener su movilidad, los cuatro socios decidieron que la compañía fuera pequeña, con sólo 14 empleados a dedicación exclusiva. Cuando trabajaban en un proyecto grande contrataban personal adicional. Esto les permitía dedicarse a varias cosas a la vez.

Un buen ejemplo del funcionamiento de este sistema es cuando Hammerhead fue contratada para hacer los efectos especiales de Las crónicas de Riddick. Hammerhead contrató a 65 empleados más para el proyecto, lo que diluía un poco la cultura de la compañía. Los empleados permanentes se tuvieron que convertir en los gerentes de otras personas. Esto tenía sus ventajas y sus desventajas. Además, el proyecto se tardó más de lo calculado, así que los márgenes de ganancias fueron menores. Pero este proyecto fue la tarjeta de presentación de Hammerhead en toda la industria.

Permita que cada quien siga sus pasiones

Sin lugar a dudas, los pequeños gigantes son compañías extraordinarias. Son capaces de unir en un mismo lugar arte y negocio de un modo interesante. Los pequeños gigantes hacen cosas dignas de mención:

Suelen ser dirigidos por personas que tienen muy claro lo que quieren ofrecer y han estructurado la compañía para ofrecer exactamente eso. Esto suele incluir un emocionante reto, un sentido de camaradería y gran satisfacción. Estos líderes sienten tanta pasión por lo que hacen que cualquiera que los conoce queda empapado de entusiasmo.

No valoran su compañía mediante las nociones tradicionales: qué tan grande y rentable es la compañía. Se preocupan más por las relaciones con empleados, clientes y proveedores. Tratan de que la gente se sienta inspirada por lo que está haciendo la compañía.

Son disciplinados. No harán nada por dinero. Les encanta lo que hacen y se concentran en eso. Saben bien en qué negocio están y lo tratan de hacer lo mejor posible.

Armonizan el lado comercial de sus actividades con el lado creativo. Se valen del negocio para desarrollar sus intereses artísticos. De esto modo, el crecimiento viene determinado por lo que apasiona a las personas.

Caso #7: CitiStorage Inc. (Brooklyn, Nueva York)

Norm Brodsky es el fundador y CEO de CitiStorage. Tras crear y perder una compañía de encomiendas de US$ 45 millones anuales, tuvo una epifanía: entendió que era mejor tener una compañía rentable de US$ 10 millones que tratar de crear una compañía de US$ 100 millones que nunca produce dinero. Así que decidió entrar en el negocio del almacenamiento, a pesar de lo competido que era el sector.

Cuando CitiStore apareció por primera vez, Brodsky descubrió que era difícil conseguir clientes porque todos tenían contratos a largo plazo con otros proveedores. Estos contratos suponían una tarifa de US$ 5 por remover una caja, que debían ser pagados por adelantado.

Brodsky respondió a esto comprando un almacén con un techo inusualmente alto. Así que podía almacenar 150.000 cajas en 10.000 pies cuadrados, mientras que la competencia sólo podía almacenar 40.000 o 50.000 cajas en el mismo espacio. Luego, Brodsky estableció mejores tarifas y le ofreció pagarle al cliente por remover las cajas de otros almacenes y traerlas a su almacén. La competencia se volvió loca y al momento en el que ofrecía lo mismo, CitiStore ya estaba bien establecida y a la cabeza de la industria.

Para mantener la delantera, Brodsky hizo otra cosa inusual. Le pagó a cada uno de los más de 400 empleados de la compañía un curso de servicio al cliente. Los resultados fueron impresionantes. Las relaciones entre los departamentos mejoraron porque cada quien sabía cuál era el papel del otro. Pero más importante aún fue que, cuando Brodsky trajo a un cliente para que conociera las instalaciones, los empleados lo saludaron, le sonrieron y lo hicieron sentir bienvenido. Esto generó muchos comentarios y nuevos contratos.