lunes, 28 de febrero de 2011

Fangoterapia


Los Egipcios la utilizaban en la momificación de los cuerpos, ya que conocían los principios purificadores de la misma. Los Griegos la utilizaban para el tratamiento de las fracturas. Entre los pueblos primitivos, que vivían en contacto directo con la naturaleza, la utilización de la arcilla era moneda corriente
Pero los responsables del renacimiento de la fangoterápia como se denomina comúnmente a la terápia con arcillas y fangos, han sido los naturópatas alemanes, Kneipp, Kuhn, Just, y Felke.
Existen diversos tipos de arcilla, con diferentes cualidades. La calidad de la misma está determinada por la composición química y la presencia de cuerpos extraños. Cuanto más virgen y puro se el lugar de extracción mayor será su acción. Es muy común asociar esta arcilla con la empleada en alfarería, que contiene antiplástiacos que no la habilita para su uso terapéutico
Llamámos arcilla a una tierra grasosa en su estado húmedo y en la cual nada puede crecer ni germinar. Su coloración varía, puede ser verde, roja, marrón, amarilla, gris, blanca o negra. La diferencia de color nos revela una diferencia en la composición y por ende, tendrá destintos usos, propiedades y fines.
La mayoría de las máscaras faciales y dérmicas incluyen arcilla en sus componentes.
Entre sus propiedades se destacan:
Absorbe agentes extraños, impurezas y elementos nocivos.
Neutraliza efectos negativos de sustancia que alteran el orden natural.
Activa el buen funcionamiento de órganos y células.
Regenera y reconstituye tejidos.
Actúa inteligentemente aportando el factor faltante para restablecer el equilibrio. Es por eso que podemos observar que a veces, ante la aplicación de una cataplasma, la arcilla puede reaccionar generando calor o frío, de acuerdo al caso y al cuerpo en particular.
La arcilla pura, desinfecta y cicatriza heridas y quemaduras. Si bien no se puede decir que la arcilla actúa especificamente sobre algunos tipos de virus o bacterias, su presencia evita su proliferación, reforzando las defensas propias del organismo, neutralizando los desechos inherentes a los conflitos celulares, asegurando el drenaje y ayudando la evacuación.




Tratamientos con fangoterapia


Como la mayoría de los tratamientos naturales, una vez que se comienza, debe continuarse hasta el final. No es recomendable comenzarlo si debe interrumpirse. Su acción es profunda y en su preceso de absorción podríamos interpretar, a priori, que la situación está empeorando, como en el casi de infecciones o presencia de células o cuerpos extraños, ya que la arcilla actúa drenando, limpiando y sacando a la superficie o estimulando la secreción de sustancia de radiación negativas o purulentas acumuladas en el organismo.
Este proceso de drenaje no debe ser interrumpido. Todas las toxinas del organismo se dirigirán al lugar del tratamiento y, además, la presencia de la arcilla garantiza la desinfección de la zona. Por eso se recomienda continuar el tratamiento hasta la recuperación total.
En la mayoría de los casos el momento de acción es cuando la arcilla se encuentra húmeda, por ello hay que evitar que se seque contra la piel.
En los usos internos, una vez que ingresa al organismo, detecta la zona afectada y se adhiere a las paredes celulares por varios dias, para finalmente lograr sacar ya sea el pus, sangre, células deficientes, tejidos malformados y guiarlos a la evacuación
Es de vital importancia, la calidad y pureza del material que se utiliza, ya que allí radica todos los beneficios de la fangoterápia, por lo tanto se debe acudir a personal especializado que nos garantizen la calidad de la arcilla que utilizan en sus tratamientos, caso contrario puede ser altamente contraproducente y dañino para nuestra salud.
Y por supuesto deberá contar con la aprobación de su medico de confianza.

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