lunes, 5 de septiembre de 2011

Dolor y anestesia epidural durante el parto




El parto es un periodo que tradicionalmente se asociado con dolor y sufrimiento. Cada persona percibe el dolor de una forma diferente. Hay personas que perciben el dolor del parto como un verdadero martirio, en otros casos no se enteran de que han parido a pesar de no haber recibido calmantes. Está claro que cada persona tiene una sensibilidad diferente para el dolor y cada parto tiene numerosos factores que lo hacen diferente de otro. Pero está claro que lo que uno siente es lo que le molesta y recuerda.
El parto es un acontecimiento que produce dolor y no hay una forma objetiva de medirlo. ¿Qué hacer como embarazada? Preparse para el parto de la mejor forma posible y aprender todas las formas posibles de enfrentarse al dolor.

Las técnicas de respiración, como el método Lamaze, ayudan a reducir la sensibilidad dolorosa. El fundamente consiste en estimular al cerebro, mediante una respiración rítmica, para "distraerlo" de percibir la sensación de dolor. Este método es útil durante el periodo de dilatación inicial, cuando no es aconsejable administrar analgésicos que pueden deprimir el sistema nervioso fetal.

Otra técnica es la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea que consiste en administrar pequeñas descargas en la espalda para "distraer" la atención de la parturienta.

El uso de narcóticos de corta duración durante el periodo de dilatación puede reducir el dolor y se pueden administrar en cualquier momento, aunque inducen en la parturienta y también en el feto de forma más intensa. La posible depresión del feto es un problema cuando el parto se produce muy poco después de la administración de la droga. El efecto calmante de los narcóticos es variable y oscila entre 2 y 4 horas.

La anestesia epidural produce anestesia de efecto prolongado sin perjudicar al feto. La técnica consiste en colocar, a través de una punción, un catéter en el espacio que rodea la médula espinal. A través del catéter se inyecta drogas como la novocaina o similares, casi de forma permanente durante todo el parto. En el caso de que la mujer quiera colaborar con sus contracciones voluntarias se debe reducir la dosis de analgésico.

Para reducir el riesgo de que el parto se prolongue se recomienda comenzar la anestesia epidural cuando la dilatación es de por lo menos 4-5 cm. Si se aplica demasiado pronto aumenta el riesgo de tener que practicar una cesárea.

La anestesia epidural también se puede realizar con narcóticos en lugar de anestésicos locales, con lo cual se consigue menos debilidad muscular aunque puede aparecer picor.

Antes de la anestesia epidural se suele administrar líquidos intravenosos durante unos 30 minutos, antes de administrar el calmante.

Si piensa aplicarse anestesia epidural debe solicitar información a su ginecólogo antes de que llegue el momento del parto.

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