lunes, 5 de septiembre de 2011

Cortinas Romanas




Las cortinas romanas consisten en un panel de tela liso que se pliega verticalmente, formando un acordeón, gracias a un sistema de varillas horizontales cosidas a intervalos regulares por dentro de la tela.

Las varillas sirven para mantener la tela tensa y así los pliegues se forman sin problema. El mecanismo se maneja manualmente por medio de un cordón.

(« En esta habitación se necesitaba una cortina que pudiera adaptarse a la ventana sin llegar al suelo, para dejar espacio a los radiadores en pared.)

Este tipo de cortinas, junto con las roller, son ideales para cuando se necesita limitar la cortina al espacio de la ventana únicamente, como sucede en ventanas que no llegan al suelo o aquellas con poco espacio alrededor, donde las cortinas tradicionales molestarían por su volumen. Están recomendadas para ventanas fijas o corredizas, y no son prácticas en ventanas que se abren hacia adentro. Su colocación se puede hacer tanto en pared como en techo o taparollo.

Ideas para Elegir la Cortina Romana

Las cortinas romanas quedan mucho mejor en telas lisas que con estampados. De todas maneras si desea elegir un estampado prefiera siempre los estampados pequeños, que no queden interrumpidos por los pliegues cuando la cortina esté levantada.

Su diseño de líneas rectas y limpias, con poco volumen, la hacen ideal en decoraciones modernas y minimalistas. Por esta misma razón, los colores preferidos son los claros, preferentemente los crudos o tierras, aunque si desea utilizar una cortina de color fuerte puede hacerlo siempre que no genere un desequilibrio con el resto de la decoración.


Las telas más comunes son el algodón, la lana, el jacard o brocado. Pero también las hay de yute y de bambú. El uso en cada habitación dependerá en parte al material con que estén hechas, por ejemplo: las de yute o algodón van mejor en lugares informales como la cocina o el baño; las de lana, jacard o brocado se utilizan más en livings y comedores.

Una vez colocada la cortina romana puede plegarse a diferentes alturas según se requiera, ofreciendo distintos niveles de paso de luz y variantes decorativas.

Por su riqueza decorativa y sus líneas simples, se puede obtener resultados interesantes si se combina una cortina romana con otro tipo de cortina.

(« Se combinó una cortina romana en cada hoja de la puerta y ventana, con una cortina clásica con barral. La cortina romana cumple la función de resguardar la privacidad y la cortina clásica aporta a la decoración y filtra el paso de la luz si se requiere.)

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