Te contamos todos los secretos para que tu relación con tu fragancia sea lo más estable y duradera posible
No existe una receta mágica que consigue que ese perfume que tanto te gusta dure eternamente sin perder su maravilloso aroma, pero si quieres sacarle todo el partido a tu fragancia favorita, toma nota de nuestras recomendaciones para cuidarla y, así, conseguir que te dure un poco más.
Ojo con el calor. El perfume debe estar a resguardo de la luz y del calor. Consérvalo dentro de su caja, un excelente escudo protector, o bien dentro de un armario. Tanto la luz como el calor alteran sus componentes y aceleran su descomposición.
Es mejor usarlo. No vale la pena reservar el perfume para ocasiones especiales. Dado que tiene componentes naturales, su caducidad está alrededor de los dos años. Es mejor disfrutarlo poco a poco.
¿ Y si es 'XXL'? ¿Te han regalado un tamaño extragrande de tu perfume favorito? Para evitar que se llegue a estropear, puedes ir volcando el contenido en un vaporizador de bolsillo y preservar el frasco en un lugar fresco y a salvo de la luz.
Siempre legal. Desconfía de los productos que se venden de forma ilegal. En el mejor de los casos, son sólo imitaciones que no tienen ni fijación ni la misma permanencia que el original, y en el peor de ellos, son mercancía robada.
Formatos de viaje. No lleves tu fragancia habitual en el bolso. El movimiento altera los componentes y acelera su descomposición. Es mejor llevarlo en un vaporizador de viaje.
Tipo de piel. Las pieles secas retienen peor el perfume que las grasas. Para prolongar su duración, puedes extenderlos sobre una ligera capa de crema hidratante.
Suave bruma. La mejor forma de perfumarse es rodearse de su bruma. Vaporiza el producto por delante y por encima de tu cabeza y da un paso adelante para “entrar” en la lluvia que se depositará suavemente sobre ti.
¿Y al aplicar? No frotes muñeca con muñeca al aplicarte fragancia: alterarías su estructura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario