miércoles, 8 de diciembre de 2010

Algo no va bien


Los hombres y las mujeres funcionamos de forma distinta a la hora de demostrar nuestro deseo sexual. En ellos el deseo es más constante e intenso, en cambio en las mujeres es más puntual y no existe un apetito de sexo habitualmente.

GRACIA ELVIRA / MUJERACTUAL
No es extraño que muchos hombres se sientan rechazados e incluso humillados por su pareja porque ésta no quiere mantener relaciones en el momento en que a su compañero le apetece. Lejos de ser algo incomprensible es totalmente lógico, la mayoría de parejas tienen diferencias en su convivencia, no son iguales ni sienten las mismas necesidades en el mismo momento, por tanto, el sexo es una parte muy importante de esa convivencia y como los demás elementos debe tratarse por la pareja de una forma natural y sobre todo hay que hablar sobre los deseos de uno y otro para poder llegar a un punto común de deseo sexual.
Inicio del deseo sexual
Cada persona es distinta a la hora de sentirse excitado, en este aspecto es muy importante el estado físico, encontrarse bien de salud y también el factor psíquico, tener un buen estado de ánimo. Sin embargo, al margen de estos dos factores juegan un papel muy importante las fantasías o elementos que hacen que cada uno se sienta preparado para mantener una relación sexual.

Puede fomentarse el deseo sexual pensando en hacer una conquista, correr un riesgo o simplemente pensando en el contacto físico con la persona que nos atrae. Incluso no es necesario pensar en el propio acto sexual, sino que el sentirse abrazado o las caricias pueden fomentar ese deseo.

Diferencias entre hombres y mujeres
Las mujeres disfrutan de una sexualidad mucho más amplia que la del hombre, éste para mantener una relación sexual satisfactoria debe mantener su pene en erección, por ese motivo la mayoría comienzan muy rápidamente con el juego genital.

Sin embargo la mujer es capaz de mantener su excitación durante mucho más tiempo, iniciando un juego sutil de caricias, besos, etc. para terminar en una relación sexual completa. La mujer que es capaz de mantener a su compañero estimulado, sin dejar de estimularse a sí misma es la mujer activa en la sexualidad y la que en definitiva, es la amante ideal, que no espera pasivamente la actuación de su compañero.

¿Qué es lo que falla?

Depresión
El estado depresivo en una persona puede inhibir el deseo sexual, además hay que tener en cuenta que los medicamentos que se suministran en estos casos afectan también el apetito sexual.
Estrés y fatiga
El exceso de trabajo lleva a perder el interés por el sexo. Sin olvidar que muchas personas pasan tantas horas fuera de casa que no tienen demasiado tiempo para su pareja.
Vulnerabilidad
Muchos hombres creen que depender de una persona les restará libertad y que les creará problemas, así que lo mejor es tener diferentes parejas, pero esa no es la solución. Al final, se dan cuenta de que aminoran su deseo sexual.
Religión
Muchas personas tienen un conflicto emocional entre desear una relación sexual y la sensación de que están haciendo algo malo, eso hace que no puedan disfrutar realmente del sexo.
Relación insatisfactoria
Si entre la pareja existe un distanciamiento, por cuestión de opiniones o de convivencia, es fácil que haya una desmotivación para mantener relaciones. También es fácil que esto ocurra cuando la mujer mantiene una actitud pasiva en el sexo, el hombre llega a aburrirse y a no sentirse estimulado por la relación.

No hay comentarios: