viernes, 5 de noviembre de 2010

TRES PALABRAS

La primera es:
PERDONAR, de corazón. ¿Cómo saber que lo has hecho? Porqué en tu interior no hay rencores ni remordimientos y puedes dar una segunda oportunidad, cuando ves el interés de la persona que te lastimó.
Si esa persona no pide una segunda oportunidad y solo pide tu perdón, no hay que sentirse mal, puesto que al menos reconoció que cometió un error, es de humanos hacerlo y el hecho de que alguien no te quiera como uno quisiera, no significa que no te quiera.
Pero si esa persona no pidiera perdón, hay que dárselo de todas maneras, puesto que el perdonar purifica tu alma y hay que pensar que, a pesar de lo que haya pasado, esa persona te hizo sentir la persona mas feliz de este mundo y te hizo pensar que no te faltaba nada. Durante algún tiempo así fue y es eso lo que nos tenemos que llevar, lo bueno de las cosas y nunca lo malo, puesto que lo malo solo hay que retenerlo en la mente como experiencia y aviso de no volver a cometer el mismo error.
Con esto no me refiero a que el amar y entregarlo todo sea un error, sino que a veces hay que tomar tus debidas precauciones y conocer bien a la persona, antes de decidir regalarle tiempo de tu vida y reservarle un lugar especial en tu corazón.
Perdonar es difícil, cuando tienes que hacerlo con alguien mas que indispensable en tu vida. Pero no es imposible.
A veces, cuando amamos decimos, te perdono, pero en realidad lo decimos porque seguimos cegados por su amor. Eso no es perdonar. El perdonar toma tiempo, perseverancia, sufrimiento, pero llega un día en que te acuerdas del dolor causado en el pasado y en el presente ya no te duele. Eso, es perdonar.
Algunas veces, a quienes tenemos que perdonar es a nosotros mismos. No seamos tan crueles con nosotros, equivocarse es de humanos y si esa persona era para ti, te sabrá perdonar y si no puede hacerlo, algo mejor te espera, no te lastimes con el pasado, ni temas al futuro, mejor aprovecha el presente.
DECIR ADIOS, es lo peor que te puede pasar cuando tu no quieres decirlo. Pero no puedes retener a las personas junto a ti, condenándolas a la infelicidad.
Cuando amas a alguien deseas su bienestar cierto? Entonces, no lo condenes a esa vida efímera y rutinaria.
Si es lo mejor para esa persona, tienes que aceptarlo, dejarlo ir y pedir porque le vaya bien en su vida. A veces, es mejor decir adiós de tal manera, que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos y no seguir con una relación destinada al fracaso, en la que ambos resultaran lastimados. Saber decir adiós a tiempo, es lo que muchas veces tenemos que aprender, porque a veces afectan a terceras personas. Piensan que no se dan cuenta, grave error: son los que mas pueden ver las cosas, por eso es mejor la separación en muchas ocasiones.
Recuerden que, para que querer alcanzar la luna, si podemos alcanzar las estrellas. Lo que quise dar a entender, es que hay que buscar siempre las cosas grandes y no las pequeñas, lo imposible y no solo lo improbable, porque quien no suena, nunca logra nada significativo en su vida, piénsenlo porque es mejor una palabra a tiempo que cien a destiempo.
OLVIDAR, el ultimo paso y el mas difícil. En el momento, nos sentimos morir y pensamos que jamás podremos olvidar. Grave error, porque nosotros podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos.
Muchas veces, cuando no podemos olvidar a alguien y ya ha pasado mas de un año, es porque no queremos hacerlo y nos aferramos a su recuerdo por razones que a veces hasta nosotros mismos desconocemos. El querer es poder, en el momento en que decidan dejar de sufrir por alguien que no lo hace por ti, en ese mismo instante empezaras a olvidar, porque estoy consciente de que no es algo que puedas hacer de la noche a la mañana.
Es un enorme camino que recorrer, pero aunque a veces no le encontremos fin, si lo tiene, por eso les recomiendo hacer lo que yo: dos pasos para adelante y uno para atrás, porque por mas que queramos, en el proceso vamos a tropezar infinidad de veces, lo importante es que avances mas de lo que retrocedes y que no te pierdas en el camino. Ya que es como una tortura el camino del olvido, porque nos reprochamos cosas que no tienen coherencia y nos cuestionamos tantas cosas, que nunca nadie nos va poder responder.
Solo estamos perdiendo nuestro tiempo, con el simple hecho de pensarlas. Lo mejor que podemos hacer, es arrojar los porqués al viento y seguir adelante, no hay que permitir estancarnos por pequeñeces, piensen que lo mejor aun no viene y espera por nosotros. OLVIDAR es una palabra que deseamos no usarla nunca, pero desgraciadamente hay que hacerlo.
Por eso, cuando tenemos a alguien que amamos, no hay que ponernos limites, hay que disfrutar cada instante que pasamos a su lado, porque nunca sabes cuando sera la ultima vez, hay que entregar lo mejor de nosotros, de tal manera que cuando llegue a su fin, no nos arrepintamos de nada.
PERDONAR, DECIR ADIOS Y OLVIDAR Es difícil y duro, pero ni eso nos derrota, puesto que a pesar de los fracasos, seguimos de pie.
Este artículo en lugar de llevar ese título que trae, debería llamarse la historia sin fin. Eso es porque parece ser que algunas relaciones, en lugar de matrimonios, noviazgos o parejas, deberían llamarse así. La ruptura que nunca se termina, no sos más mi novia, pero te amo igual y quiero estar “de vez en cuando con vos” o bien “te quiero pero estoy confundido” son algunas de las frases que se suelen esbozar para justificar este estado que no es pareja ni es un par de exs.
Cuando una pareja termina una relación, se suele sufrir y mucho, y es natural, puesto que teníamos allí depositado mucho amor, muchos proyectos y sobre todo, muchos sueños. Pues bien, la historia terminó, lloramos, nos entristecemos, y pasa el tiempo prudencial para que mejoremos… y zas! Suena el teléfono y es el ex, que llama en son de paz, pero no de reconciliación. Y ahí se confunde todo. Vuelven nuestras ilusiones, nuestros proyectos y nuestros sueños, pero… de repente, todo se confunde en una hermosa nube cuando él quiere tener contacto con nosotros pero… no quiere regresar a la relación. “Te llamo para ver cómo estás” es lo más común que se oye.
Lo cierto es que vamos a estar mal porque nos dejó y su reaparición a veces hace flaquear los pensamientos y deja pasar los sentimientos. La mayoría de las veces es un mecanismo de control, porque algunas ex no soportan ser reemplazados, entonces aunque tengan pareja, llaman para ver si reanudamos nuestra vida sentimental. Si bien a nadie le gusta que lo reemplacen, en estos casos ellas pueden reemplazar, y nosotros … no.
El consejo para estos casos es poner límite. Ponerse firmes y si terminó con nosotros, pues bien, se ha terminado. Nada de amigos con derecho, nada de contacto fluido para ver cómo estamos ni nada. Nada, al menos, hasta que hayamos cerrado bien la historia y estemos listos como para volver a verle la cara u oirle la voz. El tiempo para madurar una ruptura puede ir desde un mes hasta años, y eso dependerá de la fortaleza interior que tengamos para asimilar estos dolores. Pero no permitan ser juguete de nadie y no permitan que nadie controle el resto de las vidas.

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