
Todos nos acordamos del día de nuestra primera comunión. Es el día en que de mayor nos iniciamos en la vida cristiana. Es un día importante para ellos y para nosotros, y por eso se hace la gran celebración. Es un día muy importante. Este día ellos son el centro de toda las miradas y, como padres, queremos que todo sea ideal y salga perfecto para que nuestro niño disfrute.
Hoy en Belleza Mujer veremos cómo organizar la primera comunión para tus hijos. Sigue leyendo y toma los consejos que damos más adelante.
Como ya os hemos contado, organizar una Primera Comunión es mucho más caro de lo que podríamos pensar, y además llegan en un momento delicado del año, justo cuando empezábamos a hacer cuentas para ver si este año nos podíamos ir a la playa o había que volver a recurrir a la casa familiar del pueblo y punto. Para que no se nos atragante el mes de mayo, hay varias opciones de ahorro que además convierten el evento en original.
* Como en casa, en ningún sitio: nada hay más original y acogedor (a la par que barato) como celebrar la Primera Comunión en casa. Así tendremos excusa para no invitar a mucha gente (“lo siento, no cabemos todos en casa”) y los invitados se gastarán menos dinero en trajes y peluquería (“no me arreglé porque, total, lo íbamos a celebrar en tu casa”). Eso sí, no apto para pisos de 50 metros…
* Ya hace calor, cosas frías. Si vas a celebrarlo en casa, lo suyo es hacer tú la compra y cocinártelo. Para los niños, lo que les gusta, nada rebuscado: patatas fritas, hamburguesas, mucho ketchup… barato y ellos felices. Para los adultos, cosas frías, que siempre se agradece más picar y ya no es tiempo de platos de cuchara, imposibles de preparar para mucha gente en cocinas familiares.
* Mis fotos: aunque en la iglesia (o el colegio) siempre insisten en que contrates a tu fotógrafo, nos podemos por supuesto negar. Hacer nosotros mismos las fotos supone un ahorro y la posibilidad de estar más agusto, pues un extraño siempre incomoda. Eso sí, hay programas en Internet que nos ayudarán a la hora de darle un acabado profesional a los fotografiado.
* Los regalos imprescindibles, que los hagan otros: seguro que los invitados no saben qué regalar a nuestro hijo, así que matemos dos pájaros de un tiro: digámosles que le regalen la medalla, el anillo, escapulario… ¡Incluso el traje! Asi les sacamos del apuro y ahorramos en gastos fijos.
* Recordatorios e invitaciones caseras: pero, igual que las fotos, con acabado profesional. Internet es la solución.
Y sobre todo, recordar: el protagonista es un niño, y a los niños no le hace falta glamour y lujos, es más, les aburren el glamour y los lujos.
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